La AMB aprueba el polémico plan de protección de la sierra de Collserola

El consejo metropolitano del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) ha aprobado inicialmente el Plan Especial de Protección del medio natural y del paisaje del Parque Natural de la Sierra de Collserola (Pepnat) y la modificación del Plan General Metropolitano (PGM) asociado, con el objetivo de garantizar una máxima protección y conservación de este espacio natural de vital importancia, pero que ya ha recibido críticas.

Este nueva hoja de ruta define un modelo basado en dos ejes fundamentales: la potenciación de los servicios ecosistémicos y un mayor control de las 'perturbaciones', afirman desde AMB, para quien "este gran pulmón verde implica más bienestar y salud para la población metropolitana, un aumento de la biodiversidad, la existencia de espacios de ocio para la gente y un funcionamiento más natural de la metrópolis".

El control de las perturbaciones se basa en minimizar los efectos negativos producidos por la gran densidad de infraestructuras que confluyen en esta área, por los incendios forestales, la presión urbanística o la sobre frecuentación.

Pero no todos consideran que las medidas adoptadas favorezcan a todos, la Plataforma Cívica per a la Defensa de Collersola que lamenta que el parque natural no tenga "ninguna restricción urbanística excepto unas pocas" y proponen restrigir las construcciones tanto en el centro como en el exterior del parque, entre una serie de más de diez puntos que creen necesarios mejorar como yo han hecho público.

Tampoco creen que se tenga en cuenta la Vía Verde Collserola-Sant Llorenç, en el Vallès Occidental; o los conectores con el Llobregat-Ordal en el Baix Llobregat. Denuncian que "existe una falta de delimitación de proyectos de protección perimetrales en Collserola" que permitan ampliar esta función que prevé la Legislación en materia de Espacios Naturales, que hace pensar que "no ha habido suficiente voluntad para prever la restauración de estos corredores biológicos". 

NOVEDADES

Respecto al plan anterior, incrementa los espacios libres en una superficie equiparable a más de 700 campos de fútbol; reduce el suelo destinado a infraestructuras viarias y equipamientos en más de 400 hectáreas; establece una calificación específica para el sistema hidrográfico formado por ríos y torrentes; potencia la actividad agropecuaria, y define un modelo de uso público y social.

Pretende preservar y mejorar los valores ecológicos y de conectividad interna y externa de los ecosistemas; controlar los efectos negativos; potenciar el patrimonio y los valores culturales; fomentar la economía verde, y compatibilizar los usos sociales con los valores naturales y paisajísticos, y permite adaptarse a modificaciones por el cambio climático.

Además, contempla un proceso de participación ciudadana para aportar sugerencias y propuestas, que prevé al menos tres canales de interacción: sesiones presenciales por temáticas; participación digital, y atención ciudadana en la sede del AMB y del Consorci del Parc Natural de la Serra de Collserola.