TMB pone parches a las zonas del metro contaminadas por amianto
Adhesivos y carteles son la nueva solución del ente para señalizar las ubicaciones en las que se detecta algún material con asbesto en la red.
El aluvión de críticas que ha recibido Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) por la mala gestión de la problemática del amianto en vagones e instalaciones del metro, ha provocado que poco a poco tengan que ir rectificando e incorporando medidas.
En su día TMB aseguró que no iba a retirar ningún convoy que tuviera pintura con trazas de amianto y que ya ascienden a más de 200, afirmó que no había peligro que no podía afectar a nadie pero inició revisiones médicas voluntarias entre sus trabajadores y ya son más de una decena de afectados y no descartan que puedan aparecer más
Ahora, el organismo ha decido empezar a tomar más medidas y está señalizando con etiquetas adhesivas todas las ubicaciones en las que se detecta algún material con contenido de amianto en la red de metro, sin que ello suponga ningún cambio en las condiciones ambientales y de seguridad para los usuarios de la red, que siguen siendo normales de acuerdo con las mediciones realizadas.
TMB ha subrayado que la normativa sobre tratamiento de materiales con contenido de amianto en el ámbito laboral obliga a colocar avisos claramente visibles en vehículos, dependencias e instalaciones en que se hayan detectado materiales de este tipo, por evitar que sean manipulados sin las medidas de seguridad adecuadas. Algo que hasta ahora no se había hecho.
Los carteles se dirigen, pues, a los empleados del Metro y de empresas externas (no a los usuarios), "para recordar lo que ya conocen a través de las notas internas", aseguran: que deben abstenerse de realizar operaciones que impliquen erosionar o romper elementos con algún componente de amianto, y que estas tareas las deben realizar sólo las empresas especializadas.
Así, los avisos figuran en los trenes en los que se ha detectado pintura antirruido o componentes del sistema eléctrico con alguna proporción de amianto, también en dependencias técnicas y edificaciones donde haya planchas o tubos de fibrocemento, igual que en las estaciones, aunque, aseguran, los materiales con contenido de amianto estén en forma no friable (que no desprende fibras), confinados y fuera del alcance de las personas, tanto trabajadores como usuarios. Pese a ello, hay trabajadores afectados.
Este es el caso de las planchas situadas bajo el revestimiento del pasillo del enlace de plaza Catalunya, entre las líneas 1 y 3, en el que personal de Metro detectó en diciembre pasado la presencia de amianto. TMB insiste en que el revestimiento actual cubre completamente el antiguo aplacado, por lo que es imposible entrar en contacto o manipularlo. Los avisos colocados dirigen al personal de mantenimiento y de empresas externas, y prohíben todos los eventuales trabajos técnicos que supusieran una perforación con maquinaria a través del revestimiento, por ejemplo.
Otras ubicaciones de acceso público que se han señalizado son el pasillo de enlace de Paseo de Gracia, en el que se han localizado unos conductos de fibrocemento que transcurren a raíz del techo, y la estación de Verneda, debido al techo falso de fibrocemento. En este último caso TMB realizó el encapsulamiento de las planchas en noviembre pasado y ha previsto retirarse completamente, a través de una empresa especializada, la próxima primavera.
La Dirección de TMB afirma que continúa trabajando en el control y la solución de la problemática del amianto presente en la red de metro, de acuerdo con un plan que se desarrolla en colaboración con los proveedores, las autoridades laborales y los delegados de prevención.
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