La CUP complica la reedición de un gobierno independentista en Molins

La aritmética política hace extraños compañeros de gobierno, a veces, incluso sin querer. Una situación así está sucediendo en Molins de Rei, donde la decisión de la CUP de quedarse en la oposición y no apoyar al candidato de Junts per Catalunya a la alcaldía puede acabar sirviéndole en bandeja el ayuntamiento al PSC.

Los resultados de las urnas de las elecciones municipales del 26 de mayodieron una victoria a los socialistas que alcanzaron los 7 escaños, muy por delante de los 4 obtenidos por Junts, empatado con ERC, los 3 para la CUP más los tres escaños que se reparten Ciutadans, Molins Camina y Molins En Comú. 

Con estos números, la posibilidad de un gobierno independentista con Ramón Sánchez a la cabeza parecía viable, aunque el candidato post convergente ya advertía a Vilapress que para ello los anticapitalistas, que le negaron su apoyo cuando fue nombrado alcalde hace poco más de dos meses, deberían cambiar ciertas posiciones. La otra alternativa, decía el alcaldable de Junts per Molins, era someter a sus bases si preferían un pacto con los socialista. De hecho, Xavi Paz, el candidato ganador de los elecciones como candidato a alcalde del PSC, tampoco lo descartaba y se ha abierto a dialogar con todos los grupos para llegar a acuerdos.

Pues bien, parece que finalmente la asamblea organizada por la CUP Molins les ha resulto muchas dudas al PSC y a Junts x Molins. Los anticapitalistas lo tienen claro y ya han decidido: "no votará ni a Xavi Paz ni a Ramon Sánchez". Se queda en la oposición, cerrando las puertas a la reeedición del pacto soberanista al que llegaron cupaires, republicanos y convergentes en 2017 tras la ruptura del pacto entre CiU y PSC por la aplicación del 155. Pacto que se complicó cuando Joan Ramon Casals dejó la alcaldía en favor de Ramon Sánchez para pasar a dirigir la oficina del president Torra.

Por eso, a muchos vecinos no les ha extrañado que la CUP decidiera en asamblea "quedarse en la oposición" porque entienden que "la correlación de fuerzas no permite el gobierno soberanista y de izquierdas" que creen necesario para la ciudad.

SE ABREN LAS OPCIONES

Esta posición lleva hasta a cuatro escenarios posibles con algunas variable en ella. Un primer escenario podría ser la reeedición del pacto sociovergente. Este podría parecer lo más lógico ya que se ha producido durante seis años, pero la aplicación del 155 o las peleas entre independentistas y constitucionalistas puede complicar las cosas. Eso sin contar con la consulta a las bases que propone el partido de Sánchez. 

Un segundo caso es el de la mayoría absoluta de izquierdas. Sólo se daría si PSC y ERC quisieran sumar fuerzas y escaños, llegando a los 11 necesarios para gobernar con comodidad, pero se repetiría el caso de que el factor independentista puede ser un condicionante importante.

Ante las dificultades de los gobiernos con mayorías se pueden abrir hasta dos nuevas posibilidades de gobiernos en minorías. Uno de ellos es el establecido por la ley en segunda vuelta si no hay acuerdos: que gane la lista más votada. En este caso el socialista Xavi Paz sería nombrado alcalde y tendría que gobernar con tan sólo siete escaños. Le sigue la opción de un gobierno que sume Junts x Molins y ERC, un gobierno en minoría pero que obtendría un voto más que la lista socialista. 

Por último, está un gobierno independentista con mayoría absoluta y una carambola que podría dar el poder a la tercera fuerza más votada. Un gobierno independentista con Marcel López de alcalde y el apoyo de Junts per Molins y la CUP. Y es que pese a que los anticapitalistas admiten que los resultados no permiten "el gobierno soberanista y de izquierdas" que deseaban, sólo han negado su apoyo a socialistas y ex convergentes.