El centro de investigación de Cetaqua en Cornellà puede predecir con antelación un pico Covid-19
Este modelo que ha permitido analizar el material genético en varias depuradoras de la comarca se ha convertido en una herramienta complementaria que se adelanta a la llegada de posibles olas del virus.
Entre septiembre de 2020 y marzo de 2021 se registraron en toda Catalunya dos olas de covid-19, con diferentes intensidades según la zona, que dejaron incidencias máximas acumuladas en 14 días de unos 800 casos por cada 100.000 habitantes.
Ambos picos se controlaron principalmente mediante intervenciones no farmacológicas de diferente intensidad, centradas en el cierre y restricciones de actividades y restricciones en la movilidad.
UNA FÓRMULA MATEMÁTICA AYUDA A PREDECIR EL NIVEL DE CONTAGIO A NIVEL MUNICIPAL
Aplicando un modelo matemático a las aguas residuales, en Cetaqua en Cornellà se conocen la curva de subidas y bajadas de las olas y que son predecibles con antelación mediante una muestra de agua de drenaje y su análisis, que determina el número de personas infectadas en un territorio.
Mediante esta investigación se ha estimado la cantidad de microorganismos infecciosos que excreta la población enferma por medio de las heces y la orina desde el principio de la infección.
Estos indicadores han permitido radiografiar la situación en cada uno de los lugares contaminados para conocer la circulación del virus entre la población persona a persona.
Las conclusiones del estudio, en el que ha participado el grupo de investigación BIOCOMSC de la Universitat Politècnica de Catalunya-BarcelonaTech (UPC), les ha permitido dar forma a una herramienta adicional que ayuda en la toma de decisiones a nivel sanitario respecto a la incidencia del SARS-CoV-2.
Cabe recordar que el grupo de investigación BIOCOMSC recibió el premio Ciutat de Barcelona en 2021 en la categoría de ciencias experimentales y tecnología por su labor científica y divulgadora a lo largo de la pandemia. Por su contribución a la modelización matemática de la dinámica epidemiológica de la COVID-19 y, especialmente, por su labor de divulgación y comunicación de la ciencia, haciendo accesible y comprensible para la sociedad el seguimiento diario de la evolución a corto plazo de los datos epidemiológicos.
Los profesores de la EPSEB Sergio Alonso y Enric Álvarez, han hecho seguimiento de la incidencia de la pandemia de la COVID-19 desde marzo de 2020, un trabajo que incluye el desarrollo de herramientas matemáticas para conocer e interpretar correctamente la situación de la pandemia y realizar previsiones de su evolución. De hecho disponer de este conocimiento ha sido un elemento clave para la toma de decisiones de Protección Civil de Catalunya (PROCICAT).
La investigación con datos aportados por el Institut Català de Recerca de l’Aigua (ICRA) y la Generalitat de Catalunya permitió observar cómo las subidas y bajadas de las olas se replicaban en las aguas residuales, aunque en ningún caso el contacto de los trabajadores con el virus puso en riesgo a la población.. La información extraída llevó a los diferentes ayuntamientos a realizar sus propios estudios para conocer en profundidad la presencia de los restos del virus entre su población.
EL VIRUS IRÁ MUTANDO EN EL FUTURO PERO NO DESAPARECERÁ
Precisamente, pese a que los casos de covid-19 han disminuido y han pasado a un segundo plano, equiparándose con los de la gripe, el SARS CoV-2 seguirá mutando en un futuro. Además, se ha comprobado que hay variantes del virus que cambian dependiendo de la zona geográfica.
Como consecuencia, las vacunas se irán modificando y la herramienta de Cetaqua y BIOCOMSC ayudara a seguir extrayendo información para seguir mitigando sus efectos en la población.
El mismo modelo se ha utilizado para realizar previsiones a corto plazo a medida que la ola de contagios avanza porque se integra muy bien con otro tipo de mecanismos diagnósticos al ofrecer una indicación distinta y útil para anticiparte a las olas.
Anticipar la incidencia del SARS-CoV-2 en una semana es de especial relevancia en situaciones en las que el sistema de vigilancia epidemiológica no puede aplicarse plenamente por lo que este estudio es una alternativa “especialmente importante” para las ciudades de países con Índice de desarrollo humano (IDH) bajo o medio, que disponen de recogida de aguas residuales pero no cuentan con un buen sistema de seguimiento epidemiológico.
En estos casos, y con los resultados mostrados, es factible guiarse únicamente por el seguimiento de las aguas residuales para conocer la evolución del virus entre la población analizando las aguas residuales al menos una vez a la semana si se dispone además de la incidencia acumulada durante una oleada para calibrar el modelo adaptandolo a cada población donde se use.
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