Cornellà sanciona a 600 vecinos por infringir la ley de animales de compañía

El Ayuntamiento de Cornellà impuso cerca de seiscientas sanciones durante el año 2023 por diversas infracciones relacionadas con la tenencia de animales de compañía.

Entre las multas más cuantiosas se encuentran aquellas vinculadas a la Ley 10/1999 sobre la tenencia de perros potencialmente peligrosos, con un importe que oscila entre los 300 y los 3.001 euros. En total, en este apartado, se registraron 282 sanciones de enero a noviembre de 2023. Entre las infracciones más destacadas se encuentran llevar al perro sin bozal, circular sin licencia, no tener seguro o no tener censado al perro, así como no identificarlo con chip.

En cuanto a las infracciones de la Ordenanza Municipal de Convivencia Ciudadana en lo que respecta a los animales, se impusieron un total de 310 sanciones en el mismo período, con multas que van desde los 90 hasta los 850 euros. Más del 80% de estas sanciones corresponden a llevar al perro sin correa por la vía pública, mientras que el resto están relacionadas con no censar a los animales o no recoger sus excrementos.

IMPULSO A LA CAMPAÑA INFORMATIVA

El Ayuntamiento de Cornellà ha relanzado su campaña informativa dirigida a los propietarios de perros para recordarles la normativa que les obliga a identificar a sus mascotas con microchip y perfil de ADN, implementada a finales de 2021. Esta labor pedagógica, llevada a cabo en colaboración con la Guardia Urbana y el Departamento de Salud Pública, es realizada por equipos de educadores cívicos que recorren los espacios públicos de la ciudad durante las tardes de lunes a viernes, así como por los serenos, durante las noches.

Cornellà cuenta con un registro censal canino municipal para tener identificados a todos los perros de la ciudad, según lo establecido en los artículos 92 y 95 de la Ordenanza Municipal de Convivencia Ciudadana. 

La actualización de 2021 especifica que esta identificación debe realizarse tanto mediante microchip homologado como mediante perfil de ADN. El objetivo de esta iniciativa es doble: por un lado, preservar el bienestar de los animales y reducir el maltrato y la tasa de abandono, y por otro lado, contribuir a resolver problemas de salubridad, limpieza urbana y convivencia ciudadana.

Por ejemplo, en el caso de los excrementos encontrados en la calle, con el sistema CAN-ID se puede identificar con gran precisión al animal responsable. Una vez identificado el propietario, este puede ser sancionado. Además, este sistema de identificación también protege al perro: además de contribuir a reducir los abandonos, facilita la localización del animal en caso de pérdida o robo.

Varias clínicas veterinarias de Cornellà y sus alrededores están suscritas a la iniciativa y ofrecen la prueba de ADN necesaria para el registro a un precio fijo de 40 euros.