El CEO de SEAT aboga por una especialización en coches eléctricos de gama baja

Wayne Griffiths, el CEO de SEAT y Cupra, desmintió los rumores sobre su posible renuncia a la marca de automóviles SEAT. Durante una entrevista con la agencia dpa, realizada en la sede central de SEAT en Wolfsburgo, que es propiedad de Volkswagen, Griffiths enfatizó su intención de mantener ambas marcas en el futuro. Además, reiteró su propuesta de explorar una especialización en vehículos eléctricos de gama baja para SEAT.

El dirigente de la marca afirmó estar "contento de tener ambas marcas" a pesar de que se prevé el eventual cese de la producción de vehículos de combustión interna por parte de SEAT, los modelos eléctricos continuarán siendo exclusivos de la marca deportiva Cupra, ambas con base en Martorell. "Cómo vayan las cosas con SEAT a largo plazo dependerá por supuesto de la electrificación", añadió. 

Sin embargo, la marca española, históricamente reconocida en el Grupo por su asequibilidad en comparación con los modelos Volkswagen, podría desempeñar en el futuro el papel de una marca de entrada económica para vehículos eléctricos, según afirmó el británico que ha estado al mando de la filial española desde 2020. "Ese sería al menos mi objetivo", ha asegurado. 

Hasta el momento, SEAT ha estado vendiendo coches eléctricos, como el compacto Born, exclusivamente bajo su marca filial Cupra, que fue lanzada en 2018 y que tiene un precio significativamente más alto en comparación con SEAT.

"Hasta la fecha, simplemente no es posible ganar dinero de verdad con un coche eléctrico pequeño en el segmento clásico de SEAT. Para eso necesitamos una plataforma eléctrica diferente y también baterías más baratas", ha explicado Griffiths. Además, ha añadido que "me gustaría investigar si un modelo pequeño de SEAT como coche eléctrico no tiene también sentido en la cartera del grupo junto a Volkswagen y Skoda". 

El CEO de SEAT ha confirmado que seguirán fabricando los modelos de combustión hasta 2030, cuando la legislación obligará a ir retirándolos de forma progresiva. "Definitivamente tenemos tiempo hasta 2035, hasta que realmente no podamos vender más vehículos con emisiones. Y hasta 2035 todavía habrá mucho trabajo de desarrollo", ha explicado.