El decreto de ahorro energético, una nueva batalla con el PP

Está claro que la solidaridad, lo mismo que la caridad, empieza por uno mismo. Eso es lo que deben pensar los gobernantes - no todos- de las comunidades autónomas ante la propuesta del gobierno central que preside el socialista Pedro Sánchez: el nuevo plan de ahorro energético que entrará en vigor este miércoles, 10 de agosto, y que tendrá una duración hasta noviembre del 2023. No es un capricho unilateral de Pedro Sánchez, sino una decisión de la Unión Europea, tomada en Bruselas - invasión de Rusia a Ucrania- que puede traer consigo una inflación y una inseguridad creciente de que se consuman las amenazas insistentes de Putin de corte total de gas, que se está viviendo ahora de manera calculada por el aspirante a Zar de todas las Rusias.

La propuesta del 'gobierno europeo', en un primer momento, era reducir el consumo en un 17 %. Pero España, Portugal y otros países que hasta el momento habían hecho los deberes se negaron en rotundo y finalmente, la aplicación será del 7%. No es una medida que guste, pero cuando se forma parte de Europa, se está no sólo para aceptar los beneficios, sino aquella otra parte en la que no salga bien parado, y asumir la  solidaridad con otros países. ¿No es ese el fin? Pues lo que toca ahora, guste o no: aceptar las decisiones solidarias.

¿Qué están haciendo en otros países con este tema? Hay países que son más vulnerables, por su gran dependencia de Rusia, como Alemania, Francia e Italia. En estos casos sus planes serán mucho másRadicales  que el resto. Francia está apunto de presentar su plan que según los especialistas califican como agresivo. Alemania aún no ha presentado su propuesta, pero ha ido explicando algunas medidas que seguramente se convertirán en leyes. Italia que sigue en negociaciones  con Argelia para conseguir reducir el 40% de su dependencia de Rusia, está apunto de explicar sus medidas, aunque ha recordado que no serán draconianas. El resto de países siguen trabajando en esta línea de reducción marcada por Bruselas.

Como España es diferente, las comunidades gobernadas por el PP más alguna otra, pocas, por cierto, han puesto el grito en el cielo y la “revuelta” encabezada por la presidenta de la Comunidad de Madrid no se ha hecho esperar. No quiere cumplir con lo que llama “imposición de Sánchez”, y ya ha anunciado que presentará recurso porque invade competencias.

Mientras Feijoo, que hacía unos días que estaba de acuerdo con el ahorro energético, ahora calla ante la postura de la presidenta . ¿Está marcando Ayuso el camino a su presidente? Está claro que la presidente madrileña está subida a la parra y no está dispuesta a bajarse de ella, ni siquiera por su gran jefe que hasta el momento le ha dejado andar a sus anchas. Ella que no tiene límites, las líneas rojas las ignora siempre.

Mientras, el presidente Sánchez aprovecha sus vacaciones en Canarias para hacer política. En su comparecencia ante los medios de comunicación ha pedido al conjunto de las administraciones públicas y al Partido Popular "unidad, responsabilidad y solidaridad" con el resto de países europeos para cumplir con el real decreto. ¿Creen que es posible hacerlo? Tal y como está el panorama, lo más seguro es que en este verano de fuegos en casi todo el territorio, el fuego cruzado entre el gobierno y el PP va a seguir produciéndose más si cabe. Y eso que con la llegada de Feijoo parecía que el sentido común había aterrizado en Génova. Pues va a ser que no. La solidaridad debe pensar que empieza por uno mismo, y así van a continuar como serpientes de verano.