Cuando se da un suceso, le sigue otro de la misma intensidad o más intenso con el fin de seguir moviendo las aguas revueltas. Es como si la “casualidad” hiciera acto de presencia en las conjunciones que algunos llaman planetarias. Solo así se entiende determinadas situaciones que ocurren cuando menos falta hacen.
Este miércoles para animar más aun las elecciones del 23J, el Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) de Luxemburgo soltaba la bomba de que le retiraba la inmunidad parlamentaria al expresidente, Carles Puigdemont y a sus dos exconsejeros, huidos como él, Toní Comín y Clara Ponsatí.
El fallo da vía libre al juez Llanera para volver a emitir una orden de detención europea reclamando la entrega a la justicia española de los tres políticos que huyeron de Catalunya en el año 2017. La noticia ha sido recibida como un jarro de agua fría para los tres afectados que inmediatamente después de conocer la misma han convocado una rueda de prensa donde Puigdemont ha declarado que piensa recurrir la sentencia al Tribunal de Justicia de la UE (TJUE), que es una instancia superior, y que seguirá luchando. Por cierto, según la misma sentencia los tres políticos, ahora eurodiputados, han de asumir los gastos del juicio y los de la eurocámara contra la que habían apelado en su día .¿Pagarán de sus bolsillos estos gastos?
La retirada de la inmunidad a Puigdemont, Ponsatí y Comín ha coincidido con un sondeo del Centro de Estudios de Opinión dependiente de la Generalitat, según el cual el PSC despojaría a ERC del primer lugar que logró en las elecciones del 2019. La bajada de los republicanos les llevaría a casi empatar con el partido de Puigdemont (Junts) que se va recuperando. Otra de las formaciones que se recupera es el PP con 6 y 8 diputados y Vox conseguiría entre 2 y 3 diputados, mientras Sumar que baja se daría un buen batacazo electoral.
En lo que respecta a unos posibles comicios en Catalunya, los socialistas catalanes volverían a ganar las elecciones, seguidos de ERC, y Junts quedaría en tercer lugar y habría una subida espectacular del PP. En cuarto lugar, quedarían la CUP y los Comunes con el mismo número de diputados, Vox seguiría creciendo y Ciudadanos parece que no entraría en el Parlamento catalán.
Con este panorama de victoria socialista tanto en las generales como las autonómicas, la división del independentismo y el objetivo de conseguir más votos se centra ahora en la batalla feroz de ERC y Junts. Los republicanos gobiernan en minoría tras la marcha de Junts del gobierno, y se encuentran con jugadas diarias de sus exsocios que navegan entre dos aguas: gobernar y sacar a Catalunya del mal estado en que ha quedado tras años inmersos en el procés, sin gobernar y a la vez no dejar de lado su parte independentista a los que algunos llaman ahora traidores y vendidos. Una situación muy complicada para ERC.
En estos momentos a Junts le ha caído del cielo -electoralmente hablando- la resolución del Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) para conseguir más votos. La estrategia del victimismo, la persecución política y judicial no les han ido nada mal porque se creen los poseedores absolutos de las esencias del país.
Los resultados del CEO en lo que respecta a Junts no son para echar cohetes así que la resolución de la justicia europea les da munición suficiente para esta campaña de las generales que son tan especiales y de las que esperan mejores resultados de los que les dan las encuestas.
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