Operación acordeón: los nuevos propietarios de Celsa convierten 1.300 millones de euros de deuda en acciones

En cumplimiento de una sentencia que les otorga la propiedad, los fondos acreedores han capitalizado exitosamente 1.300 millones de euros en las sociedades propietarias de Celsa, llevando a cabo una operación financiera conocida como "acordeón".

Este cambio se reflejó en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME) el pasado 30 de noviembre, donde se informa que se redujo a cero el capital de las tres empresas controladoras del conglomerado industrial: Inversiones Pico Aneto, Inversiones Pico Espadas e Inversiones Pico Aneyet. Posteriormente, se capitalizaron con 1.300 millones al convertir la deuda en acciones.

Simultáneamente, las tres entidades se fusionaron en una sola denominada Inversiones Pico Espadas. Además, el BORME de este lunes detalla el nombramiento de Rafael Villaseca, ex consejero delegado de Gas Natural, como consejero de esa sociedad, que controlará Barna Steel, entidad a cargo de todas las sociedades del grupo.

La operación ha implicado la pérdida de acciones para los antiguos propietarios, la familia Rubiralta, a través de varias patrimoniales en concurso de acreedores. Las acciones ahora están en manos de los fondos que han capitalizado la deuda, proporcionando solvencia a la empresa. La estructura de la operación incluye acciones y obligaciones denominadas warrants.

Este proceso forma parte del plan de recapitalización aprobado por un juez en septiembre pasado y no requirió la aprobación del Gobierno, dado que ninguno de los nuevos accionistas supera el 10% del capital. No obstante, se contempla la posibilidad de que el Ejecutivo dé su visto bueno en las próximas semanas.

Desde el 1 de diciembre, fecha en que los nuevos propietarios asumieron el control, se inicia un plazo de seis meses para buscar un socio industrial que adquiera alrededor del 20% de las acciones. Entre los candidatos potenciales se encuentran Sidenor, el Grupo CL de Extremadura y la gallega Megasa, según fuentes. La búsqueda de un socio industrial español es una condición impuesta por el Gobierno, que también exige el mantenimiento de la viabilidad a largo plazo, la toma de decisiones en España y la protección del empleo y la capacidad productiva.

Previamente a la ejecución de la sentencia de cambio de propiedad, los fondos acordaron con la banca la posibilidad de prorrogar líneas de financiación por cinco años, por un importe total de 525 millones de euros.

La familia Rubiralta sale de Celsa

también se comunicó la salida de los antiguos miembros del consejo, como el expresidente de la siderúrgica, Francesc Rubiralta, junto a sus hermanos Ignasi y Carola, así como los vocales independientes Xavier Pujol Artigas y Jorge Sendagorta Gomendio. Esto se lleva a cabo para dar paso a los nuevos integrantes de la junta directiva.

Rafael Villaseca formalizó la transición de Celsa durante su visita a la sede de la empresa en Castellbisbal, donde se reunió con Rubiralta y el comité de empresa el 1 de diciembre. El presidente de la compañía catalana estuvo acompañado por Sergio Vélez, responsable de FTI Consulting en España y CEO interino de Celsa. Vélez será reemplazado en enero por Jordi Cazorla, director general en el Sur de Europa de DS SMITH y el designado por los fondos como el próximo CEO de Celsa.

El principal desafío para el nuevo equipo directivo, tanto provisional como definitivo, será impulsar un plan industrial después de haber saneado las finanzas. Además de los cerca de 1.400 millones de deuda convertible y a capitalizar, los fondos han llegado a un acuerdo para ampliar las líneas de circulante y han prorrogado por cinco años el vencimiento del pasivo posterior a la reestructuración, que asciende a 1.600 millones de euros.