Con la marcha de más de 5.000 empresas y las perspectivas económicas, lo que pretende Toni Comín es hundir más a la Catalunya que dice defender.
El pensamiento supremacista lo tiene claro, China cede, al menos aparentemente, a tanto desmán ¿por qué no va a hacerlo España?
Los profesionales están lo suficientemente quemados como para prestarles la atención que se merece; son ellos los que cuidan a la ciudadanía. ¿Quién cuida pues a los cuidadores? Es la gran pregunta que se hacen ellos mismos.
La cintura política de Arrimadas se ha ampliado y su discurso es más que cuestionable. Ha perdido la credibilidad que tenía. Se ha quemado de lo lindo.
En toda España, el cierre de camas se estima en unas 12.700 este verano. El Sindicato de Enfermería, Satse, denuncia el "afán cortoplacista por ahorrar dinero" de los distintos servicios de salud autonómicos con estas decisiones.
Catalunya está tan mal económicamente que los caretos de su clase empresarial reunida en esta ciudad de la costa del Garraf denota una mezcla de temor y hastío.
La apuesta por los derechos sociales e identitarios de andaluces en Catalunya y catalanes y andaluces migrantes en Andalucía ha sido el pegamento de una sociedad diversa
A Puigdemont no le gustan los que tienen criterio propio y aparta de las listas electorales a aquellos que son más inteligentes y mejores políticos que él, por ejemplo Carles Campuzano.
"Aquel tipo que vi en la televisión que gritaba como un poseso en Fitur "¡Aquí no entra ni Dios!", me ha convencido plenamente para no subirme a un taxi".
El auge de los gobiernos antieuropeos y la riada de ultras que ocupan las calles quieren hacer desaparecer de nuestras vidas las ideas liberales que heredamos de los Padres fundadores y que nos han mantenido en paz tras una post-guerra angustiosa.
Dejaros de paripés, os lo pido. Acabemos de una vez y que no vuelvan los que han mantenido el poder en Catalunya durante tantos años a meternos a todos en un nuevo charco maloliente. A ver si es verdad.
Los muchachos de Arran, una de las ramas violentas de la CUP, llevan una temporadita de actividad intensa de creación "cultural", pintando sedes de partidos políticos.
La escenificación del Consejo de Ministros en Barcelona es una buena muestra de lo que yo entiendo por mareo colectivo.
Ahora, como estos dos genios de la política no se hablan, se recurre al papel oficial y a un desdén calculado, que en el caso catalán pasa por hacer una llamada a Bruselas antes de contestar.
Estamos bajos de moral porque además la vía eslovena con la que nos ha amenazado el sátrapa Torra va poniéndose en marcha.
No es diálogo lo que pretende Torra, es monólogo e imposición de sus ideas.
Nos irá mejor si todos hacemos un gesto de contrición política. ¿Por qué no nos contamos la verdad los unos a los otros?
El anunciado Pla de Govern sigue sin verse por ninguna parte, y lo más probable es que nuestros comparecientes vuelvan a la desobediencia al Supremo y con ello a que el Gobierno de España se vea obligado a mojarse en ese asunto.
Gabriel Rufián ha pasado de de la dialéctica fácil y corrosiva al status adivinatorio que, en el mundo de la política, es un bagaje muy valioso.
El presidente Torra y más de un conseller ya han anunciado que se presenta un otoño caliente.