El Ayuntamiento solo ha cumplido una de los diez puntos del decreto del Área de Alcaldía que habla del Decálogo de Buenas Prácticas de la Comunicación.
La actuación de algunos partidos políticos, en su afán por el control total del pensamiento y la expresión están llegando a unos límites realmente preocupantes, que deben ser revisados por los especialistas.