Ciudadanos de Esparreguera crean una asociación contra el incivismo
Esparreguera Neta tiene como el objetivo de aumentar el nivel de civismo, promover la utilización de los servicios del ayuntamiento en materia de gestión de residuos y limpieza viaria.
Las molestias provacados por algunos incívicos vecinos de Esparreguerra ha impulsado la organización de un grupo de ciudadanos que han creado Esparreguera Neta con el objetivo de aumentar el nivel de civismo, promover la utilización de los servicios del ayuntamiento en materia de gestión de residuos, y controlar la aplicación de las diferentes normativas municipales sobre medio ambiente, limpieza viaria, recogida y recogida de residuos.
El movimiento Esparreguera Neta se presentó este 28 de agosto en el Ateneu con la asistencia de una veintena de personas, que decidieron sacar adelante el proyecto de constituirse como asociación. El grupo ciudadano que Margarida Font puso en marcha hace un año y medio a través de las redes sociales ha decidido dar un paso adelante para tener más fuerza a la hora de luchar contra el incivismo.
El colectivo cuenta ya con una propuesta de estatutos y el próximo 17 de septiembre tiene prevista otra reunión para decidir los cargos de presidente, secretario y tesorero. Margarida Font ha asegurado que está "en que el pueblo mejore. Ya sé que nosotros solos no podemos hacerlo todo, pero si empujamos podremos lograr cosas importantes".
El impulsores del movimiento ya han mantenido una primera reunión con el alcalde de Esparreguera, Eduard Rivas, y el concejal de Medio Ambiente, Emmanuel Ortí. Rivas ha dicho que la recogida de residuos es la cuestión que más preocupa, después de que el gobierno municipal haya hecho un esfuerzo en mejorar la limpieza y, sobre todo, la jardinería.
Por su parte, el concejal de Medio Ambiente ha avanzado que se está estudiando la posibilidad de abrir las bolsas de basura que se encuentren fuera de los contenedores para intentar identificar a sus propietarios.
Según los datos de 2017, sólo el 40% de los residuos se separan, incluyendo el volumen que se lleva al centro de recogida. Aún así, hay fracciones donde se ha mejorado: los impropios a la orgánica han bajado del 20 al 13%, pero es en los envases donde se lanzan más residuos que no corresponden, un 34%. Esto supone una pérdida de aproximadamente 20.000 euros anuales para el ayuntamiento en concepto de ingresos por venta de esta fracción.
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