Tarjetas rojas a los ayuntamientos de Gavá, Viladecans y a la empresa Roca
Allá por el año 2009, la ONG, Ecologistas en Acción, amonestaba con una tarjeta roja a aquellas administraciones, entidades o empresas que consideraban que no actuaban bien con el medio ambiente y todo ha quedado en el olvido.
Allá por el año 2009, la ONG, Ecologistas en Acción, amonestaba con una tarjeta roja a aquellas administraciones, entidades o empresas que consideraban que no actuaban bien con el medio ambiente y contribuían al cambio climático. Desde hace ya unos cuantos años, estas “tarjetas rojas” se han guardado en el cajón de del olvido. Y fue precisamente, en ese 2009, cuando la ONG sacaba una tarjeta roja a los ayuntamientos de Gavá, Viladecans y la empresa Roca Radiadores.
En relación al ayuntamiento de Gavá lo justificaban porque este consistorio planteaba un proyecto urbanístico en el que estaba previsto construir 5.000 pisos nuevos, a través del Pla de Ponent. Según los ecologistas, esta zona es el último conector ecológico que se conserva entre el macizo del Garraf (Parque Natural de la Diputación) y el Delta del Llobregat, donde está también el Parc Agrari y varias Reservas Naturales. Si se llegara a construir se perdería esa conexión. El grupo de les Agulles-Ecologistas en Acción siempre se ha manifestado contrario a este proyecto especulativo, más propio de las épocas prodemocráticas, o en periodos donde la especulación descontrolada arrasaba el país.
Por todo ello, el ayuntamiento de Gavá, decía la ONG, había recibido una tarjeta roja por su contribución al cambio climático. Pero, ¿cómo ha quedado el tema del Plan? Según consta en la web del ayuntamiento, el Pla de Ponent, era una actuación urbanística que abarca un ámbito de 200 hectáreas. El proyecto estaba previsto que se llevara a cabo en una primera del 2006-2012, y la segunda entre el 2013-2017.
En cuanto a la tarjera roja al ayuntamiento de Viladecans, Ecologistas en Acción señalaba que Viladecans está inmersa en una serie de proyectos desmesurados que el gobierno municipal pretendía tirar adelante a toda costa con intereses pocos claros. Uno de ellos, la urbanización de Les Oliveretes, a pie de la montaña de Sant Ramón que constituye un paraje rural, agrícola y forestal de gran valor ecológico. El proyecto preveía la construcción de más de 3.000 viviendas. También denunciaban el proyecto de la Ciudad del Barça, que finalmente no se llevó a cabo. Por todo ello, el ayuntamiento de Viladecans, como impulsor de los dos proyectos recibía esa tarjeta roja, señalado como culpable del cambio climático. En ese 2009, el responsable de urbanismo en Viladecans era Carles Ruiz, el actual alcalde
Pero Roca Radiadores, también recibió en ese 2009 una tarjeta roja, por los despidos masivos de trabajadores y la deslocalización de la producción a otros países. Con estas medidas, la empresa demostraba que el beneficio le importaba mucho más que las personas, y menospreciaba, de una forma inaceptable a las poblaciones gracias a las cuales se había convertido en la segunda multinacional a nivel mundial del sector de los sanitarios en Gavá y Viladecans.
Además, Roca seguía el modelo ultraliberal del actual capitalismo global, según el cual, todas las mercancías se fabrican en lugares donde la mano de obra es más barata (precaria) y después sus productos recorren miles de kilómetros hasta el punto de consumo final. Roca, contribuía, de esta manera, al cambio climático a través de sus emisiones de CO2 a causa del transporte kilométrico.
Es curioso que al cabo del tiempo, Gavá, Viladecans y Roca se vuelvan a encontrar con un macro proyecto calificado como “el pelotazo Roca”, donde las plusvalías van a significar la entrada de importantes cantidades de dinero. Toda una jugada que tiene un “tufillo” especial. ¿ Contribuye el proyecto al cambio climático?
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