El alcalde solo hace promesas a las empleadas de la limpieza de las dependencias municipales de Viladecans
El alcalde se ha acercado a las trabajadoras de Ndavant, concentradas en la plaza Constitución, sin una solución clara y ya escuchada antes.
Las trabajadoras de la limpieza de los colegios públicos y edificios municipales de Viladecans llevan ya 11 días de huelga y la solución no llega.
Concentración de las trabajadoras de la limpieza de las dependencias municipales de Viladecans. / FOTO: @jacosta4
Este 10 de abril, y pese a la lluvia, las empleadas de la empresa Ndavant, encargada ahora del servicio, se han concentrado en el plaza Constitución del municipio para recordar al ayuntamiento y a los ciudadanos en qué situación se encuentran..
Las trabajadoras se han concentrado allí aprovechando un acto del ayuntamiento para ejercer aún más presión y pedir que se las escuchara y esta vez, cuando quedaban poco más de 24 horas para que arrancara la campaña electoral para las generales, el alcalde de Viladecans, Carles Ruiz, se acercó a hablar con las trabajadoras para dar una muestra de predisposición de escucha. Pero sus palabras fueron las de siempre.
Ruiz ha segurado que el ayuntamiento está haciendo todo lo posible para que la situación se solucione pero que si ahora, antes de las elecciones se rescindiera el contrato no podrían abrir un concurso hasta pasados los comicios locales y que se formara un gobierno y las situación de las trabajadoras se alargaría en el tiempo y ha vuelto a prometer hacerlo una vez se haya constituido el nuevo gobierno.
Estas palabras han sonada vacías para las trabajadoras, porque el problema del recorte de horas y de la congelación de los sueldos se sucede desde hace más de 5 años y apenas hace dos que el consistorio lanzó el concurso, que ha concedido el servicio a Ndavant, con unas condiciones igual o más restrictivas al que la empresa se ha aferrado para seguir ejerciendo las mismas prácticas.
El responsable sindical de CC.OO. Miguel Ángel Cañete ha señalado a Vilapress que "no pueden decir ahora que no se sabía" porque antes de que el ayuntamiento lanzara el nuevo concurso hasta la misma patronal advirtió al consistorio que tenían que mejorar el pliego del concurso y aún así no lo hicieron.
Mientras el alcalde ha hecho ver que escuchaba a las trabajadoras y que por tanto el compromiso con ellas es real, ellas son conscientes de que esas palabras no son más que promesas que han escuchado otras veces y que no han servido para nada. "Ahora se dan cuenta de que las condiciones ofrecidas no eran suficientes", pero se les advirtió, recuerda Cañete. Aún así se han mostrado agradecidas delante de él, pero quieren que la solución llegue cuánto antes y ya no valen más excusas.
En los edificios municipales y sobre todo en los colegios, la suciedad se va acumulando debido a la huelga que mantienen las empleadas que además están viendo como la empresa ejerce presión para que cumplan estrictamente su trabajo. Una medida de presión a la que las trabajadoras no piensan ceder y recuerdan a la empresa que ellas son las primeras que quieren volver a trabajar, pero no a cualquier precio.
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