A la que acompañan sin rubor a varios palmeros socialistas, lo mas probable es que tu ciudad se llame Barcelona y que tu vuelta al trabajo cada día sea un 'via crucis'. Pagarás mas impuestos que nadie, pero no tendrás containers en los que dejar la basura porque los que te los han quemado ahora se pegan la vida padre y madre en la muy céntrica Plaça Universitat, vociferando impunemente. Por cierto, ¡vaya padres!
Eso sí, basuras no habrá, pero que no falten condones, que los niños, aparte de joder al prójimo que paga sus impuestos, reclaman preservativos para darse el gusto de regodearse en plena calle. Tampoco hay urbanos, no los busque en pleno caos en la confluencia donde han cortado la Gran Via, ni siquiera cuando Vd. vive fuera de la ciudad y viaja en coche ecológico para no contaminar y aparca en plaza de garaje tratando de no generar atascos. Ni por esas. A nadie le importa de este Ayuntamiento común y socialista que se lava, si es que se lava, las manos y sobreactúa cuando ve una cámara para no perder votos, especialmente la vedette Colau a la que sus pasos por los teatrillos de barrio le ha dejado una pose que solo los barceloneses han sabido apreciar convirtiéndola en alcaldesa de una urbe, antes maravillosa y, ahora, capital de la mugre, de la dejadez y sobre todo de lo incívico.
Esta mañana, andando por las aceras próximas a la Plaça de Catalunya he tenido que esquivar al lado mismo de una Farmacia a un ciclista que circulaba por la acera a toda velocidad en dirección contraria, el energúmeno casi se me lleva por delante si no llego a pegar un brinco. Casi de inmediato, tras cruzar la Ronda, plena como siempre de autobuses ruidosos y contaminantes, veo venir a otro tipejo que venía también en dirección contraria a los coches, a toda leche con un patinete que, viéndomelo llegar, me hizo refugiar tras las sillas de una terraza. El pollo, como si la cosa no fuera con él, siguió adelante, mientras otros transeúntes le insultaban a gusto. Arriba, en los balcones, bandeaban las decenas de carteles que los vecinos han colocado hace meses protestando al ayuntamiento por la ‘contaminació’ y el ‘soroll’, sin que éste, repito, socialista y común-podemita, se dé por enterado. Las baldosas del suelo, negras de no haberse baldeado nunca, entremezclando estilos de desigual origen, siguen ahí muertas de asco, en pleno centro urbano, para que la gente se parta la crisma.
No sé lo que harán Vds. pero el menda, desde que sabe que puede volver a votar, lleva haciendo campaña para que la familia y los amigos no voten a estos inútiles de la política, Comunes de Podemos y Socialistas de Sánchez, que hacen nuestro día a día en Barcelona, insoportable por tercermundista y peligroso, especialmente para los más mayores. Ganarán, pero no con mi voto. Anden, échenle valor, e imítenme si en su pueblo pasa lo mismo. No esperen a que lo del Gobierno de España se arregle, y lo de Catalunya menos...
Lo verdaderamente nuestro, lo más próximo, es lo que más importa. Y no me digan, que cada uno no tenemos un panorama semejante. Y les añado más, estoy casi seguro de que los que nos han obligado a volver a votar, no llegan a un pacto de Estado, ni de coña. Así que aprovechen.
Escribe tu comentario