Esparraguera reclama a Salut la revisión de los protocolos que se aplican a las residencias
El consistorio ha enviado una carta al conseller Argimon para solicitar que las medidas sanitarias que se apliquen a los centros para personas mayores se ajusten más a la realidad de los servicios y no se hagan confinamientos generalizados, sino únicamente a contactos estrechos, porque el aislamiento tiene efectos perjudiciales en el bienestar emocional de los abuelos y abuelas
@Ayuntamiento de Esparraguera
El Ayuntamiento de Esparreguera ha solicitado al Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya la revisión del plan sectorial de gestión de la infección por el coronavirus en el ámbito residencial para que se apliquen medidas más ajustadas a las realidades particulares de los servicios. Lo ha hecho a través de una carta dirigida al consejero de Salud, Josep Maria *Argimon, en la cual reclama que se tenga en cuenta la sectorización en grupos de convivencia que se aplica a la residencia municipal Can Comelles y que se eviten los confinamientos generalizados, que tienen efectos muy negativos en el bienestar emocional, psicológico y social de los abuelos y abuelas. El centro municipal ha encadenado varios casos positivos durante el mes de diciembre que hicieron que el Servicio de Vigilancia Epidemiológica de Cataluña calificara como roja la residencia vieja el día 24, y la nueva el día 27, suspendiendo así tanto las visitas de familiares como las salidas de las personas usuarias. A día de hoy todos los resultados de las últimas pruebas PCR realizadas a los residentes son negativos y se está a la espera que la residencia vieja pase a ser considerada naranja, mientras que la nueva tendrá que esperar todavía a los resultados de las próximas pruebas, programadas por el día 7 de enero.
En la misiva, firmada por el alcalde de Esparreguera, Eduard Rivas, y la regidora de Gente mayor, María Vallejo, se afirma que desde el inicio de la pandemia el consistorio ha ido aplicando con rigurosidad los protocolos y medidas aprobados por el gobierno catalán y que, desde el establecimiento del plan de gestión sectorial para el ámbito residencial, los servicios de la residencia y el centro de día municipales Can Comelles se han organizado en unidades de convivencia sectorizadas para mitigar los posibles contagios en el supuesto de que algún residente o profesional fundido positivo de covid. Así mismo, se apunta que “la situación actual, con un elevado número de contagios en toda la población propiciados por la variante *òmicron, está provocando que, ante un caso positivo dentro de la residencia, se tenga que aplicar el confinamiento a todas las personas usuarias tanto de la residencia como del centro de día, independientemente de si son considerados contactos estrechos o no”.
Esta medida, que se aplica en cumplimiento del plan sectorial, “está propiciando una situación de aislamiento continua de los residentes, los cuales se ven afectados emocionalmente, junto con sus familias”. Por este motivo, y por el esfuerzo que supone la sectorización en unidades de convivencia que después no se tienen en consideración en la hora de aplicar los confinamientos, el Ayuntamiento solicita al Departamento de Salud que “se revise el protocolo y las medidas que se derivan, para llegar a una aplicación mucho más ajustada a las realidades particulares de los servicios”. En este sentido, se reclama que en caso de confinamiento se tenga en cuenta la sectorización aplicada y este afecte únicamente a las personas consideradas contactas estrechos, evitando así los confinamientos generalizados en todo el centro.
Los cinco casos positivos de coronavirus detectados entre los días 24 y 27 de diciembre provocaron que el Servicio de Vigilancia Epidemiológica de Cataluña mantuviera Can Comelles como residencia roja, hecho que obligó a cancelar las visitas en el interior del centro así como las entradas y salidas de las personas residentes, y a cerrar también el centro de día. A estas alturas todas las personas residentes a *Can *Comelles a las cuales se los realizó una *PCR el pasado 31 de diciembre han dado negativo y se resta a la espera que la residencia vieja pase a considerarse ya residencia naranja, con lo cual se podrían permitir las visitas de familiares en el interior del centro. La residencia nueva, en cambio, mantiene suspensas tanto las visitas como las salidas al exterior, porque el último caso positivo se detectó el 3 de enero y se encuentra todavía en periodo de confinamiento.
El viernes 7 de enero se realizarán nuevas pruebas secuenciadas, tanto a las personas residentes como trabajadoras de todo el centro, y si se confirma que no hay nuevos casos positivos, la semana que viene la residencia vieja podría pasar ya a tener la calificación de verde, con lo cual también estarían permitidas las salidas de los residentes al exterior; y la nueva la de naranja. En este sentido, el 18 de enero se han programado nuevas pruebas *PCR para las personas residentes a la parte nueva que, en caso de resultar negativas, permitirían que todo el centro volviera a tener la calificación de residencia verde. El Ayuntamiento y la dirección del centro ya han comunicado a las familias la actual situación y los han ofrecido la posibilidad de mantener contacto con los residentes desde el exterior del recinto y por un periodo de tiempo más limitado mientras no se puedan realizar visitas en el interior.
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