Los partidos independentistas y sus apéndices de choque, Ómnium y la ANC, están encantados de haber encontrado una nueva baza: el espionaje de Pegasus para machacar a la mitad del Gobierno - el otro hace la guerra por su cuenta, necesita visualizarse más y de paso dar la impresión de que no tienen responsabilidad en todo lo que hace mal el Gobierno de Pedro Sánchez- es lo que necesita para seguir alimentando/engañando a esa parte de la ciudadanía que cree lo que ellos les expliquen.
Ahora, todos están inmersos en esta guerra: partidos políticos independentistas, incluso los Comunes de Colau, ANC, Ómnium, y hasta el mismísimo parlamento catalán - la parte independentista- donde han aprobado la creación de una comisión para investigar el llamado Catalangate. Una operación que según parece vienen preparando a conciencia desde hace unos meses con la ayuda de un colaborador necesario y viajero a Bruselas para hablar con Carles Puigdemont: Elies Campos, muy vinculado a estos sectores. En esta operación tienen puestas todas sus energías. Hasta consiguieron enganchar a los de Bildu y el PNV, que ya se han desenganchado de la locomotora “Catalangate”.
Está claro que las escuchas sin orden judicial, deben ser investigadas, no hay la menor duda, pero hay que denunciarlas a la justicia, por mucho que ellos no la crean y hablen mal cuando las sentencias no les son favorables. Ahora bien, la estrategia de acoso, con altavoces de medios amigos y el uso de de TV3, no es lo que necesita ahora en Catalunya. Hay otras cosas prioritarias ,urgentes que no pueden esperar.
Desde hace años, la sanidad catalana ha venido sufriendo importantes recortes económicos. Las consecuencias, graves, se han ido viendo en todos estos años: denuncias de los trabajadores sanitarios y quejas de los usuarios. Este martes se hacían públicos los datos de la lista de espera y llama la atención que Catalunya esté a la cabeza. A día de hoy hay 740.000 personas en lista de espera para procedimientos médicos, visitas al especialista, pruebas médicas e intervenciones quirúrgicas. En espera de intervención quirúrgica, la cifra es de 157.799 personas. Catalunya lidera el ranking español. Además, cabe apuntar que estos pacientes han de esperar una media de 156 días para ser intervenidos, aunque en determinadas operaciones la cifra se eleva a los 600. Algunos hablan de que los números son más altos de los que facilita la consellería. Y eso que hay personas que deciden irse a la sanidad privada para ser intervenido o visitar al especialista.
Las personas y la salud deberían ser la prioridad de cualquier gobierno, incluido el de Pere Aragonés, pero no lo son. Piden más recursos económicos porque hacen falta, que también, pero de esos “pocos” recursos , una parte dse gasta en cosas que nada tienen que ver con los ciudadanos. Los ejemplos lo tenemos en que cada vez se abren más “embajadas ” para internacional el conflicto catalán y denunciar al Gobierno de España, al que tratan de poco democrático; o “invertir en medios de comunicación extranjeros para que se hagan eco de sus campañas patrióticas. A todo eso hay que añadir el riego de dinero en ayudas y subvenciones a los que son de su cuerda.
Al conseller Argimon, que lleva años en cargo de responsabilidad en la sanidad catalana, se le debería caer la cara de vergüenza de liderar este triste ranking. Ya es hora de que el gobierno se dedique a gobernar para todos y no a aplicar políticas de partido. El escritor y filósofo francés, Jean Lucien Arréate, dijo que “como no podemos cambiar a los hombres a cada paso, cambiamos las instituciones.” El Catalangate no es prioritario, la sanidad sí.
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