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Marty: "La motivación que tengo para seguir luchando es mi hija"

A pesar de enfrentarse a desafíos personales, como un diagnóstico de melanoma, Marty ha demostrado una fuerza inquebrantable y una actitud positiva hacia la vida

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Marty
@marty_personal_trainer

Marty presenta una historia de valentía, determinación y pasión que deja sin palabras a quienes la escuchan. Originario de Francia, Marty decidió emprender un nuevo capítulo de su vida en Catalunya.

 

A pesar de enfrentarse a desafíos personales, como un diagnóstico de melanoma, Marty ha demostrado una fuerza inquebrantable y una actitud positiva hacia la vida. Su historia es un testimonio de cómo la resiliencia y la dedicación pueden convertir adversidades en oportunidades.

 

¿Quién es Marty? 

 

Marty es un francés que vino a Barcelona hace nueve años. Soy un antiguo guardaespaldas cuando estaba en Francia. Cuando llegue aquí he visto que todo el nivel del mercado de la seguridad está un nivel totalmente diferente. Los contratos no lo llevaban a las empresas de seguridad privada pero más a nivel de la Policía.

 

He visto que igualmente no pagaba de la misma forma que en Francia, así que al final me he ido a una dirección totalmente contraria: en algo que al final hacía en Francia en mis horas pérdidas solo por placer. Al final aquí desarrollé de forma para un trabajo de coaching personalizado. Así que ahora mismo, en el día de hoy, hace más o menos 8 años que trabajo oficialmente de personal trainer en Barcelona. He crecido poco a poco: primero en el parque hasta llegar a un gimnasio público. 

 

Con el confinamiento he tenido la oportunidad de trabajar con un antiguo socio mío que tenía una sala privada. Me desarrollé más ahí y he visto que es lo que me parecía un poco más interesante para mi clientela. Estuve una temporada con este socio y ci que no teníamos la misma idea de futuro, por lo que nos separamos y fundé mi propio local de entrenamiento personal. Ahora va a hacer cinco años que tengo mi propio espacio. 

 

Tu peculiaridad es que entrenas teniendo un cáncer. 

 

Sí, es el tema más sensible. Al final mi cáncer es genético. Mi padre ha tenido la misma cosa y se murió a los 50 años de esto. Mi abuelo se murió igualmente del mismo cáncer. Se trata de un cáncer de la piel que por la culpa de que tenemos varias pecas que unas son buenas y otros son malas. Al final si no le hacemos vigilancia vía un dermatólogo debajo de una peca pueden crecer melanomas. 

 

 

 

¿Cómo te ha afectado esta enfermedad para poder hacer tu actividad profesional de entrenador? 

 

Me ha afectado de una manera general. Igualmente, yo creo que he estado bastante preparado al final para seguir trabajando aunque haya tenido una temporada baja de forma. He tenido que aguantar mi negocio porque si me doy de baja como autónomo me dan un sueldo de 800 euros mientras que el local equivale mínimo a1.200 solo de alquiler. He seguido trabajando. Por suerte, he tenido una clientela que está muy compasiva a mi situación, así que he seguido entrenando mis clientes y yo hacia mucho menos. Me he visto hasta trabajar sentado para guiar a mis clientes porque con el tratamiento que he tenido después de mi operación, el tema de la quimio me ha afectado mucho a nivel de mi energía. 

 

Me he sentido obligado a ir al local para aguantar mi clientela y aguantar mi negocio, pero también para seguir teniendo mi sueldo que es mucho más cómodo que una baja médica. Así que he seguido como puedo. Es lo que hay. Más que nada para no perder mi negocio, ni toda le energía que puse dentro. Era también como un sueño. Tampoco quería quedarme en casa para mirar el techo, porque creo que es más inteligente ir a mi local y seguir trabajando a otro ritmo con mi clientela, que también son mi vida social. Hay clientes que hace meses o años que están contigo y los ves dos o tres veces a la semana. Hay más que un link de cliente, pero también un poco de amistad. No solamente lo necesitaba para estar en forma sino para tener la mente un poco más ocupada y de una manera más inteligente para aguantar las cosas. 

 

¿Cuál es la motivación de tu día a día?

 

La motivación que tengo para seguir luchando y aumentar mi negocio es mi hija. Siempre digo que en la vida hay que buscarse un motor. Mi hija me da una sonrisa cada mañana. Si ella me da toda esta energía y alegría a diario, para mí ella es todo para seguir luchando para que a ella no le falte nada. 

 

 

 

¿Cómo puede ayudar el deporte en casos de enfermedades graves como la tuya?

 

Yo he hecho deporte toda la vida. La vida saludable que tengo me ha ayudado a pasarlo de una forma más cómoda. Como bien, no bebo alcohol y hago deporte toda mi vida. Eso me ha ayudado a pasar el tema de una forma más correcta. Una persona que está en mi situación pero que no ha llevado la vida saludable que yo he llevado, puede estar en una cama sufriendo mucho más. Eso sí que me ha ayudado mucho. Cuando me han encontrado mi cáncer me han dicho que si no me lo hubiesen cogido a tiempo me quedaban tres meses de vida hasta mi fase terminal. Me han dicho que con la vida saludable que tenía, con esta disciplina, me ha ayudado mucho a curar todo lo que tengo.

 

¿Recomiendas a la gente que está en una situación parecida hacer actividad física para liberar la mente?

 

Sí. Siempre les digo a mis clientes que antes de entrenar la cabeza hay que entrenar el cuerpo, porque si tienes una mente en paz después tiene su evolución en el cuerpo. La gente que se come mucho la cabeza sabemos que la evolución física cuesta. Está bien venir a entrenarse para ocuparse la cabeza, tener una actividad y desconectar, pero también para tener un nivel saludable. Hay que tener claro que el deporte a nivel general es salud.

 

¿Hasta cuando vas a hacer deporte? 

 

A día de hoy me puedo permitir no entrenar casi cuatro o cinco veces a la semana. El ritmo que tengo hoy no es el mismo que cuando no estaba enfermo. Tampoco es el ritmo que he tenido al principio que cuando tenía el tratamiento. Cuando empecé el tratamiento tenía quimio casi durante 4 horas y media cada tres semanas. Me afectó muchísimo. A veces no entrenaba durante semanas porque no tenía tampoco la energía para hacerlo. 

 

A día de hoy sigo con el tratamiento que hago durante 1 hora y cuarto, pero mi cuerpo está más acostumbrado. Ahora que hace dos años que estoy en ello, he vuelto a entrenarme de otra forma, no para tener un gran nivel sino para mantener un poco mi físico. Lo hago porque es mi trabajo y para estar un poco en forma. Entrenarse se puede pero con un objetivo diferente. Es importante escuchar tu cuerpo. Cuando tengo el tratamiento y no estoy al 100% intento entrenarme un poco. Escucho mi cuerpo porque se que si necesito descansar, no voy a forzar.

 

¿Crees que la gente no escucha a su cuerpo? 

 

La cuestión es muy sencilla. Hay mucha gente que se apunta para entrenarse por autoestima y sentirse mejor con su cuerpo, para estar en forma, otros para gustar. La gente se va a apuntar por diferente objetivo. Siempre hay una ola de clientes después de vacaciones de verano, a partir de setiembre, porque la gente ha hecho excesos durante el verano y quiere ponerse en forma. También hay mucha gente que se apunta ahora después de las vacaciones de fin de año. Mucha gente se lo marca como objetivo del año, se apunta en enero. Algunos aguantan pero muchos otros a partir de la primera semana ya paran. 

 

¿Cuánto crees que incrementan tus clientes con la llegada del año?

 

En comparación con los clientes que tengo ahora, creo que la clientela puede subir el doble, aproximadamente. 

 

¿Cuántas de esas personas crees que dejan el deporte al cabo de los pocos días?

 

Soy incapaz de decir un número. Hay demasiada persona que arranca y después para. Es una pena pero este tipo de cliente lo tenemos durante todo el año. Se quieren apuntar porque tienen un momento de capricho. Dicen 'venga me voy a poner a entrenar y me pongo a tope', pero cuando ven el trabajo que hay detrás para tener resultado lo dejan. Hay que poner un objetivo de corto y largo plazo y el trabajo que tenemos que hacer juntos, hay que ser paciente. La paciencia no la tiene todo el mundo. 

 

Los días de fiestas son días de excesos y poco deporte.

 

La temporada de las fiestas no debe ser una excusa. Puedes disfrutar de las comidas y las cenas en familia, pero no puedes permitirte perder tu disciplina. Puedes hacer un poco extra, pero no quiere decir que vas a fallar todo lo que haces durante el año por la gente que está cenando de manera constante. Hay que seguir disfrutando y seguir entrenándose. Así el resultado seguirá detrás. La gente que dice que al final durante las fiestas te puedes coger 2 o 5 kilos, para mí son gente que no se saben canalizar. Es demasiado y extremo. Alguien que tiene una disciplina disfruta de las fiestas y no le va a fastidiar su cuerpo. Si es alguien que nunca se entrena o que vuelve a entrenarse después de las fiestas, es alguien que no es constante.

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