Celsa presenta una demanda millonaria contra su expresidente, Francesc Rubiralta
Le reclaman 500 millones de euros que, supuestamente, fueron retirados de la caja del grupo durante la gestión de Rubiralta
Los nuevos propietarios de Celsa, la siderúrgica catalana, han tomado una medida legal contundente contra su anterior presidente y CEO, Francesc Rubiralta. La demanda, admitida recientemente por el Juzgado de lo Mercantil número 5 de Barcelona, busca recuperar aproximadamente 500 millones de euros, más intereses, que supuestamente fueron retirados de la caja del grupo durante la gestión de Rubiralta, según afirma El Confidencial.
La reclamación se centra en disposiciones patrimoniales que se realizaron con cargo a las sociedades del grupo Celsa en favor de las entidades patrimoniales de la familia Rubiralta. Según la demanda, alrededor de 250 millones de euros fueron utilizados por la familia durante la separación de Celsa y Werfen, el negocio farmacéutico de los Rubiralta.
Dado que ambos negocios tenían valores diferentes, fue necesario realizar una compensación económica entre los hermanos, para la cual, presuntamente, se utilizó dinero de la caja de Celsa. El resto de la cantidad reclamada corresponde a otros préstamos que nunca fueron devueltos.
La demanda, dirigida exclusivamente contra Francesc Rubiralta, se ha presentado como una acción social de responsabilidad, amparada por la Ley de Sociedades de Capital. Esta ley permite emprender acciones contra los administradores de la compañía para resarcir los daños causados al patrimonio, siempre y cuando dicha acción haya sido aprobada por la junta de accionistas. En este contexto, el nuevo consejo de administración de Celsa aprobó iniciar acciones legales contra la antigua dirección en la junta de accionistas celebrada en junio.
El despacho de abogados Gómez-Acebo & Pombo ha sido el encargado de firmar la demanda. La reclamación incluye un informe pericial de daños elaborado por KPMG y otro de FTI Consulting, que supuestamente acredita un borrado de datos y archivos informáticos.
Además de la demanda mercantil, los nuevos dueños de Celsa están explorando otras vías legales para emprender acciones adicionales.
La situación refleja la intensificación de los conflictos internos tras la toma de control por parte de los fondos acreedores, lo que subraya la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas en la gestión empresarial.
Esta demanda marca un hito significativo en la historia de Celsa y puede tener repercusiones profundas para la familia Rubiralta, quienes fundaron la compañía en 1967. El desarrollo de este caso será seguido de cerca por la comunidad empresarial y legal, dado su impacto potencial en la gobernanza corporativa y la gestión de grandes conglomerados.
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