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Unos restos de rinoceronte encontrados en Castelldefels permite documentar su desaparición en Europa

El hallazgo realizado en la Cueva del Rinoceronte de Ca n'Aimeric de Castelldefels incluye tres esqueletos de rinoceronte que vivieron hasta hace 130.000 años

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Unos restos de rinoceronte encontrados en Castelldefels permite documentar su desaparición en Europa / RAMON JOSA / Atyuntamiento Castelldefels)

Los últimos hallazgos en el yacimiento conocido como La Cueva del Rinoceronte de Ca n’Aimeric siguen cautivando la atención. El trabajo de los investigadores David García, Montse Sanz y Joan Daura de la Universidad de Barcelona (UB) y Esperanza Cerdeño de CCT-CONICET-Mendoza de Argentina ha sido publicado en la revista "Quaternary" este mes.

 

Su investigación ha puesto de manifiesto la última presencia documentada hasta ahora de una especie de rinoceronte que habitó la península ibérica hasta, al menos, hace 130.000 años. Esta especie se identificó en el yacimiento de la Cueva del Rinoceronte, donde se encontraron tres esqueletos, uno completo y dos parciales, que fueron acumulados cuando la cavidad funcionaba como una trampa natural. 

 

Los esqueletos pertenecen a un individuo adulto y infantil con una edad de 130.000 años (nivel III de las excavaciones), y un esqueleto juvenil recuperado en el nivel VII con una edad aproximada de 150.000 años.

 

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Excavaciones en Castelldefels permiten identificar la desaparición del rinoceronte / UB

 

Contrariamente a la creencia anterior, esta especie, que se pensaba extinguida en Europa hace unos 500.000 años, se muestra viva con estos descubrimientos. A diferencia de las tres especies de rinocerontes previamente identificadas en Europa (Stephanorhinus hemitoechus, S. kirchbergensis y Coelodonta antiquitatis), los ejemplares hallados en Castelldefels corresponden a la especie Stephanorhinus hundsheimensis. La presencia de los tres individuos recuperados en el yacimiento sugiere que esta cuarta especie podría haber sido más ampliamente distribuida por el territorio de lo que inicialmente se pensaba.

 

Esta especie de rinoceronte se caracterizaba por tener un tamaño similar a los actuales rinocerontes negros y dos cuernos, una frontal pequeña y una nasal más grande y posiblemente más desarrollada en los machos que en las hembras. El cuello sería relativamente largo, más que el de los rinocerontes actuales, y las extremidades serían más alargadas y esbeltas. Estaban adaptados a correr en espacios abiertos, como demuestran los huesos de sus patas. 

 

 

 

Su forma de vida sería similar a la de los actuales rinocerontes africanos, con pequeños grupos formados normalmente por una hembra y su cría y puntualmente algún otro animal joven. Sin embargo, los machos adultos llevarían una vida solitaria y alejada de los pequeños grupos.

 

Este nuevo hallazgo reafirma la Cueva del Rinoceronte de Castelldefels como un yacimiento único y de gran relevancia para comprender la fauna y el medio natural en la cuenca mediterránea antes de la última glaciación. Los trabajos han sido financiados por el Servicio de Arqueología y Paleontología de la Generalidad de Catalunya y el ayuntamiento de Castelldefels.

 

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Unos restos de rinoceronte encontrados en Castelldefels permite documentar su desaparición en Europa / RAMON JOSA / Atyuntamiento Castelldefels)

 

Este hallazgo reconfirma la Cueva del Rinoceronte de Castelldefels como un yacimiento único y altamente relevante para comprender la fauna y el medio natural en la cuenca mediterránea antes de la última glaciación. Los trabajos de investigación han sido financiados por el Servicio de Arqueología y Paleontología de la Generalidad de Catalunya y el Ayuntamiento de Castelldefels.

 

Es importante destacar que una selección de los restos hallados en la Cova, incluyendo los cráneos de dos de los rinocerontes, se encuentra actualmente en exposición en el Espacio Prehistoria: fauna, cambio climático y arqueología del Garraf, en las instalaciones de la Biblioteca Ramon Fernández Jurado.

 

Hasta el momento, los rinocerontes que se conocían en esta cronología en Europa comprendían tres especies: Stephanorhinus hemitoechus, Stephanorhinus kirchbergensis y Coelodonta antiquitatis, siendo la primera especie la más abundante en el registro fósil. 

 

El descubrimiento e identificación de la especie de rinoceronte Stephanorhinus hundsheimensis en la Cueva del Rinoceronte aumenta el número de especies presentes en este período y, de hecho, no puede entenderse como un hecho aislado, al menos en lo que se refiere a la Península Ibérica. Los tres individuos recuperados en este yacimiento apuntan a que esta especie podría haber sido más extendida de lo que se creía anteriormente.

 

 

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