Nueve detenidos por secuestrar un hombre en Portugal y abandonarlo en un bosque de Collbató
El dispositivo para detener a los autores se precipitó el miércoles 13 de diciembre dado que dos días antes algunos de los investigados se marcharon a Portugal para realizar un nuevo secuestro
En una operación conjunta liderada por agentes de la Policía de la Generalidad-Mossos d'Esquadra de la DIC de la Región Policial Metropolitana Sur, en colaboración con la Policía Nacional y la Policía Judiciaria portuguesa, se logró la detención de 9 personas vinculadas a una red internacional de secuestro y blanqueo de capitales. La investigación, coordinada por Europol, se desencadenó tras un violento secuestro de un empresario de 82 años en Almancil, Portugal.
Cinco de los arrestos tuvieron lugar en Torremolinos (Málaga) el 12 de diciembre, mientras que los restantes se llevaron a cabo en Alicante, Sucina (Murcia) y Málaga el 13 de diciembre. La red delictiva, compuesta por presuntos secuestradores y blanqueadores de capitales, enfrenta cargos de secuestro, robo con violencia y pertenencia a grupo criminal.
La investigación, iniciada el 24 de agosto tras el primer secuestro, se centró en las localidades portuguesas de Almancil y Setúbal. La fase de explotación tuvo lugar el 13 de diciembre, cuando agentes de la DIC se desplazaron a las residencias de los sospechosos en la Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía, realizando entradas y registros en colaboración con la Policía Nacional.
Durante las acciones, se incautaron un arma de fuego real, dos armas de fuego simuladas, dispositivos de telefonía, documentación bancaria, bridas y ropa presumiblemente utilizada durante el secuestro. Además, se hallaron agendas con datos bancarios y una impresora especializada para la fabricación de documentos falsos de alta calidad, como tarjetas bancarias o licencias de conducción.
El secuestro que desencadenó la operación ocurrió el 24 de agosto, cuando un empresario portugués fue violentamente interceptado en Almancil. Tras 20 horas de viaje y agresiones, los secuestradores abandonaron a la víctima en Collbató, España, ligándola a un árbol. El perjuicio económico superó los 100.000 euros, con transferencias fraudulentas y sustracción de tarjetas bancarias.
La red también intentó otro secuestro en Setúbal, Portugal, el 11 de diciembre, pero fue frustrado gracias a la intervención de las autoridades portuguesas y españolas. La investigación conjunta permitió desentrañar la estructura del grupo, con tres personas encargadas de los secuestros y otras dedicadas al blanqueo de capitales.
La colaboración internacional entre las fuerzas del orden de España y Portugal, respaldada por Europol, fue fundamental para la desarticulación de esta red criminal, cuyos miembros enfrentarán ahora la justicia por sus graves delitos.
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