Cornellà multa a 328 propietarios de perros en dos meses por no tenerlos identificados
El objetivo municipal es velar por el cumplimiento de la Ley de protección de los derechos y el bienestar de los animales
A principios de 2024, el Ayuntamiento de Cornellà inició una campaña municipal de concienciación e información a la ciudadanía propietaria de perros sobre la obligatoriedad de identificar a los animales con chip y patrón de ADN, según se recoge en la Ordenanza General de Convivencia Ciudadana, desde el año 2021, en sus artículos 92 y 95.
Durante el primer trimestre del año, se llevó a cabo una labor pedagógica en las zonas de influencia de los 13 parques caninos y 4 correcanos de la ciudad, informando sobre los procedimientos y pasos para censar a los perros con la colaboración de la Guardia Urbana, los educadores cívicos y el servicio SON (Serenos); y también se realizó una labor informativa en las entidades de la ciudad para fomentar la concienciación.
Varias clínicas veterinarias de Cornellà y del entorno están suscritas a la iniciativa y ofrecen la prueba de ADN necesaria para el registro por un precio fijado de 40 euros.
A partir de ahí, se empezó a sancionar por el incumplimiento de esta normativa, que tiene como objetivo fundamental proteger el bienestar de los animales y protegerlos ante abandonos, malos tratos, etc. Así, entre los meses de abril y mayo de 2024 se han impuesto un total de 328 sanciones por no llevar adecuadamente identificados a los perros.
El objetivo de esta iniciativa es doble: por un lado, preservar el bienestar del animal y reducir el maltrato y la tasa de abandonos y, por otro, contribuir a solucionar problemas de salubridad, limpieza urbana y convivencia ciudadana.
MULTAS POR SERVICIOS A LA COMUNIDAD
El Ayuntamiento de Cornellà en 2014 incluyó en la Ordenanza General de Convivencia Ciudadana la posibilidad de sustituir las multas por actos incívicos con trabajos sociales. La medida tiene como objetivo conseguir que la persona sancionada reflexione sobre las consecuencias de sus acciones, a nivel personal y a nivel de la comunidad, fomentando un cambio de actitud y mejorando la cohesión social.
El Ayuntamiento estudia cada petición recibida y determina, dependiendo de la sanción y predisposición de la persona, las sesiones formativas obligatorias, la reparación de los daños y las gestiones a realizar para la comunidad.
Hasta el momento, un total de 1.500 personas se acogieron a esta opción de conmutar las sanciones económicas por trabajos a la comunidad.
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