Julia Soanirina: "Si te matan no le importará a nadie, dirán que es un suicidio"
Julia Soanirina es una de las fundadoras de Migrant Domestic Workers Alliance y junto Ciutats Defensores dels Drets Humans, ha hecho una gira por Catalunya para defender los Derechos de las Mujeres Domésticas extranjeras en el Líbano
Julia Soanirina es una luchadora. Nacida en Madagascar, emigró al Líbano en busca de nuevas oportunidades de trabajo donde y ha estado trabajando allí como "mujer doméstica". La mala situación de la mujer extranjera encargada de las tareas de la casa en el país, la ha llevado a protestar y tratar de cambiar las cosas. A través de su testimonio narra desde amenazas de muerte, hasta subastas de personas. Es por ello que es una de las fundadoras de Migrant Domestic Workers Alliance, una asociación que asesora a las mujeres domésticas migrantes del Líbano.
Julia ha participado en la XII edición de Ciudades Defensoras de los Derechos Humanos que inauguró su gira por Catalunya a principios de octubre en Esplugues de Llobregat.
Esplugues inaugura la gira de otoño de la XII edición de Ciudades Defensoras de los Derechos Humanos
Muchos de nuestros lectores no te conocerán, ¿como te presentarías?
Soy una trabajadora doméstica y también fundadora de Migrant Domestic Workers Alliance en el Líbano. Creamos esta alianza por nuestra cuenta porque los derechos son reiteradamente violados. Hay mucha violencia hacia la mujer inmigrante trabajadora en un trabajo que es muy abrasivo. Nuestro trabajo no está remunerado con un salario, parte de un voluntariado donde tu entras a trabajar en una familia y te mantienen. Por esto y muchos más motivos, decidí formar parte de esta alianza y pasar al activismo.
¿Cuál es la diferencia entre una mujer domestica del Líbano y una migrante?
Prácticamente no hay mujeres domésticas natales, es un trabajo que hacemos el 99% de personas migrantes. Las mujeres natales no quieren trabajar como limpiadoras.
Uno de los principales objetivos de tu asociación es la abolición del sistema Kafala, ¿en qué consiste?
Es el sistema que utilizan en Oriente Medio para atraer mujeres domésticas. Consiste en una esponsorización, en la cual tu entras a trabajar a cambio de tu pasaje al país. Hay agencias de reclutamiento en la que tu pagas por ello.
Lejos de ser un buen contrato, te ata a una familia y jamás puedes decir que no. Desde que aceptas eres propiedad suya y ya no hay marcha atrás. No hay forma de dejar el trabajo aunque no te guste, te debes a la familia que es dueña de tu vida. La única opción de cambiar es ir al gobierno que te puede conceder un cambio con tus papeles, pero la segunda vez, que lo solicites debes salir del país y volver a entrar si quieres cambiar de trabajo.
No te pagan, te prohíben tener vida social e incluso te impiden tener relaciones y mucho menos un bebé. Es un contrato en el que te comprometes únicamente a trabajar, es el único motivo por el que puedes entrar al país.
¿Habéis logrado algún paso adelante para su abolición?
En 10 años nada ha cambiado porque no quieren cambiar. Yo sigo creyendo que se puede lograr, pero necesitamos la ayuda de todo el mundo para parar esto.
¿Qué ayudas ofrecéis a las mujeres domésticas extranjeras del Líbano?
Las orientamos y les enseñamos los derechos básicos que deben tener más allá del contrato. Les decimos que tienen derecho a una habitación, a champú, cepillo de dientes... los materiales básicos que necesita cualquier mujer. Les ayudamos con el idioma y las barreras con las que se encuentran.
¿Es compatible el activismo con ser mujer en el Líbano?
No, siempre genera problemas. Lo primero que piensan ellos es que eres una mujer, que debes quedarte en casa porque además eres extranjera. Siendo mujer no puedes tener tu propia voz, en el Líbano debes callarte, porque son sus reglas. Pero es por esto por lo que luchamos, creemos que algún día esto cambiará, siempre tendremos esperanza.
Julia Soanirina: "Algún día romperemos esta piedra, siempre tendremos esperanza"
Sigues trabajando como mujer doméstica en el Líbano. ¿Cómo puedes viajar con Ciudades Defensoras del Mundo?
Sigo trabajando en el Líbano. Como he dicho, soy propiedad de una familia. Así pues, si la madre muere, paso a ser propiedad de la hija. No hablamos de una ley, hablamos de un sistema implantado.
Ellos no saben lo que hago yo realmente. Defiendo los derechos humanos pero no digo que coopero con ONG's, simplemente que quiero viajar. Le dije que me iba solo para 10 días y que volvería.
¿Tienes algún tipo de protección?
No tengo ninguna protección. La familia puede hacer lo que quiera conmigo. No sé que me pasará cuando vuelva, porque Twitter se ha llenado de noticias mías estas últimas semanas. No entienden que no soy política, que solo defiendo los Derechos Humanos. De verdad que no sé que me pasará, a lo mejor me denuncian, me despiden o continúo trabajando.
Para nosotras no existe la justicia en el Líbano. Cada semana mueren dos mujeres domésticas en el Líbano y nadie hace nada. No se abre ninguna investigación ni nadie mueve un dedo.
Julia Soanirina: "Si te matan no le importará a nadie, dirán que és un suicidio"
Siempre dirán que se ha caído, resbalado por las escaleras, y nadie investigará nada. He llegado a ver como se subastaban niñas.
¿Tienes miedo de volver?
No tengo miedo, ya veré que me pasa y solo espero que entiendan que no estoy haciendo nada político.
¿Qué debemos hacer para revertir la situación?
Por eso viajo con "Ciutats Defensores dels Drets Humans", para dar a conocer a la gente que está pasando en el Líbano. Necesitamos ayuda. Venimos para gritarle al mundo y que escuche que está sucediendo y como podemos evitarlo. Primero la gente debe conocer que pasa y entonces internacionalmente se podrá hacer algo. La presión internacional puede eliminar el sistema Kafala.
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