Antonio Balmón (PSC): "Cornellà tiene el desafío de ser más inclusiva, verde, habitable y feminista"
Antonio Balmón es el alcalde de Cornellà de Llobregat. El político miembro del PSC, se presenta a la reelección en las próximas elecciones municipales. Llegó a la alcaldía en 2004 y tras 19 años sigue con ganas de dirigir el municipio.
¿Cuáles son los desafíos a los cuales Cornellà se tendrá que enfrentar en los próximos cuatro años?
Hay temas evidentes, que ya hemos empezado a trabajar, porque el desarrollo urbano es siempre progresivo, no repentino, y es común a todas las ciudades de nuestras características, en el marco metropolitano o en el europeo. Tenemos el desafío de hacer una ciudad más sostenible, más inclusiva, más segura.
Eso no ha cambiado mucho en los últimos cuatro años a pesar del grave bache que han supuesto la pandemia y la crisis actual: es más, diría que han acentuado la necesidad de responder a ese desafío.
Me preocupa, y mucho, que las personas que vivan en esta ciudad puedan sacar adelante su proyecto de vida, me preocupa su dignidad, que tengan acceso a la vivienda, por encima de lo que votan, de lo que creen, de su idioma. Ahora bien, es cierto esas crisis nos han traído a una situación de grave incertidumbre. Y lo más importante, a mi juicio, es garantizar todo eso pero sin dejar en ningún momento de atender las situaciones de vulnerabilidad social, de no dejar a nadie atrás.
Por eso, lo que hemos hecho hasta ahora, lo que hacemos hoy, se define en especial por fortalecer las bases sobre las que podemos sustentar ese progreso, esos cambios. Cornellà tiene el desafío de ser más inclusiva, más verde, habitable y más feminista; y para ello debe tener capacidad de crecer, no podemos renunciar a nada.
¿Por qué se presenta a la reelección como alcalde?
Entre otras consideraciones, porque quiero seguir siendo útil a los ciudadanos y ciudadanas de Cornellà. Y lo prefiero a otros frentes de batalla: me gusta la política útil, la que responde directamente ante las personas. Esa cercanía a veces me hace estar muy cerca de situaciones duras, incómodas, pero también ofrece satisfacciones.
¿Qué es Cornellà Natura?
Como definición, una estrategia municipal a medio plazo que tiene por objetivo naturalizar la ciudad, hacerla más amable, tranquila, accesible, respirable y segura: en definitiva, hacer posible un futuro más habitable.
En la práctica, son diferentes proyectos que inciden en la movilidad y la pacificación del tráfico, en el consumo eficiente de recursos, y en recuperar metros cuadrados de verde urbano integrado en los proyectos que afectan al espacio público. Esta es la parte más visible: desarrollar una serie de “ejes verdes” que han de conformar una red que acerque, que integre espacios naturales en todos los barrios de la ciudad.
La Comisión Europea reconoció el valor de este proyecto con el premio Green Leaf 2019, subrayando el compromiso de transformación urbana del municipio –atendiendo a sus características de alta densidad poblacional-, que incluso puede convertirse en un modelo a seguir para territorios con características similares.
¿Qué resultados está obteniendo el Servicio de Observación Nocturna en la seguridad en el municipio?
Es un proyecto de doble calado. Lo primero, se trata de mejorar la percepción de seguridad, es decir, de dar tranquilidad a quién debe recorrer las calles de noche; en especial, cuando son mujeres, que pueden tener una percepción diferenciada de lo que es o no es seguro. El que haya personal municipal visible, ya de por sí es un elemento que transmite esta tranquilidad, pero los serenos no son un cuerpo de seguridad; están atentos si hay alguna incidencia que requiera una intervención, y en ese caso avisan a la Guardia Urbana, que también está operativa las 24 horas, para cumplir las funciones que le corresponden.
En segundo término, se trata de un proyecto social, ya que los equipos de serenos se contrataron a través de un plan de empleo. El balance ha sido positivo y este año hemos renovado la apuesta. Los resultados hablan de más de 1.500 intervenciones durante el primer año, que van desde atender a una persona que se pueda sentir insegura por cualquier razón, a detectar incidencias en la vía pública o en establecimientos comerciales, etc.
¿Por qué quiere para Cornellà un centro cultural y de artes urbanas en Can Bagaria?
¿Quién no querría dotar un espacio como Can Bagaría con equipamientos destinados a la formación, la educación y el desarrollo personal de la ciudadanía? Desde el año pasado ya está allí la Escuela Municipal de Música, hace poco hemos firmado un convenio con el Museo de Matemáticas de Catalunya para poder trasladar allí sus instalaciones y que así pueda crecer y ganar espacio. Hay otros proyectos sobre la mesa que se irán concretando, esencialmente en esta línea.
Muchas veces los políticos hablamos de progreso, de crecimiento… Yo mismo he hablado recientemente de la necesidad de fortalecer a la ciudad para asumir los retos de futuro, y creo que es determinante para ese futuro disponer de una red sólida de equipamientos culturales. Porque el progreso, el crecimiento, el hecho de construir un futuro sólido para Cornellà pasa también por fortalecer la capacidad de la ciudadanía de construirse a sí misma, de aprender, de formarse.
¿Cómo se consigue acabar la legislatura sin deudas en el Ayuntamiento más grande del Baix Llobregat?
La realidad es que hubo un cambio en la legislación local que condicionó de manera muy importante la capacidad de los ayuntamientos para asumir endeudamiento. No creo que fuera una decisión del todo justa, porque para combatir la deuda de la administración pública, se apuntó hacia donde era más fácil apuntar, pero no específicamente hacia donde había más problemas.
En nuestro caso, estábamos en una situación bastante cómoda, pero tras ese cambio progresivamente reducimos la deuda técnicamente a cero. Y desde entonces, llevamos años planteando con mucho cuidado las grandes inversiones que la ciudad necesita. O buscamos la implicación de otras administraciones, o nos acogemos a programas de financiación como son ahora los fondos NextGeneration.
Somos prudentes y si desarrollamos un proyecto es porque podemos asumir su coste, tanto su ejecución como su mantenimiento posterior. Entonces lo incorporamos en los presupuestos. Y esto no es fácil, requiere de mucho trabajo y de forma muy continuada, tanto a nivel técnico como de gestión económica.
La Plataforma Ribera-Salinas de Cornellà con entidades locales como la PAH Cornellà, Unió de Pagesos o la Plataforma SOS Llobregat i l’Hospitalet se oponen a la construcción de 2.500 pisos en lo que ellos llaman el ultimo espacio verde y agrícola del municipio. ¿Qué opinión tiene el equipo de gobierno sobre este tema?
Generalmente, cuando impulsas un proyecto, éste siempre puede generar la oposición por parte de alguien, y es lícito. Pero en este caso hay que tener varias cosas claras. En primer lugar, esta zona, desde los años 50 está calificada como equipamiento y no zona verde. En segundo lugar, no se trata de una zona agrícola de la ciudad, sino de una zona degradada del municipio. En tercer lugar, el desarrollo de este nuevo barrio en la ciudad va a permitir ofrecer una vivienda protegida a miles de famílias jóvenes y así van a poder continuar viviendo en Cornellà, ya que la disponibilidad de vivienda -o de suelo para construirla- es la que es en la ciudad.
El ARE Ribera-Salinas debe implementar un área de crecimiento que hace años que espera su concreción, porque el proceso es largo y con las diferentes crisis que hemos vivido, hemos preferido ser prudentes. Pero construir vivienda social es prioritario. Ribera-Salines es clave para Cornellà para poder incrementar la reserva de vivienda protegida y para dar una respuesta a esas familias jóvenes. Por ello, en unos 178.000 m2 de techo residencial, la reserva de vivienda social será del 80% sobre el total, en un barrio que se ha planteado de forma integrada a la ciudad, en el marco de la estrategia Cornellà Natura. Y por lo tanto va a integrar una gran zona verde, el 50% se deja como reserva natural abierta a la ciudadanía. Un gran espacio natural que actualmente no tiene la ciudad.
¿Qué instituciones supramunicipales siente el alcalde de Cornellà que han estado al lado de los municipios y cuáles más alejadas?
Cada administración tiene sus competencias, y primero debería asegurarse de cumplirlas antes de embarcarse en según qué estrategias o en según qué aventuras. Nosotros, y por extensión las administraciones de carácter local de las que formamos parte, creo que lo hacemos. Pero pienso que no todas las administraciones pueden decir lo mismo, aunque no pienso que sea el momento de repartir facturas.
¿Tendrá finalmente Cornellà un hospital privado? ¿Cómo está evolucionando este proyecto?
Como señaláis, se trata de un proyecto privado, por lo que los detalles corresponde darlos al promotor cuando lo crea conveniente. Por nuestra parte, la propuesta encaja en el desarrollo de la zona de la ciudad más cercana al campo del Espanyol y el acceso al cinturón del litoral, históricamente industrial, pero que ahora acoge otros importantes equipamientos de características muy diversas.
Los terrenos donde se ubica el centro comercial Splau y el Campo del RCD Español son motivo de desencuentro con El Prat y la Generalitat. ¿Cuál es la posición que se está defendiendo desde Cornellà sobre este asunto?
Que la delimitación del término municipal –que está dibujada por lo que fue el antiguo cauce del río Llobregat- debería responder a la realidad actual y a la lógica de las infraestructuras que hay en esa zona, y no a un elemento geográfico que hoy ya no existe. Y así lo hemos planteado a la Generalitat.
¿Cree que es posible tener dos centros comerciales en un mismo municipio y que ambos negocios sobrevivan?
Sin entrar en detalles, eso lo valora –y le corresponde valorarlo- quién decide invertir en promover un centro comercial. Y no digo que sea fácil, o que las circunstancias puedan cambiar y pongan en cuestión que aquello que parecía rentable, lo deje de ser.
La ciudadanía debe ser consciente de lo que puede hacer o dejar de hacer una administración local en el tema comercial. Si la legislación permite que haya dos, tres o cuarenta centros comerciales en un territorio, como ayuntamiento sólo podemos introducir medidas correctoras, trabajar conjuntamente con el pequeño y mediano comercio local, etc., pero no podemos oponernos a lo que la legislación determina.
¿En qué esta invirtiendo Cornellà los fondos Next Generation recibidos?
En financiar proyectos enmarcados en la estrategia Cornellà Natura, principalmente, que ya estaban orientados y que hemos podido hacer encajar en el planteamiento de los fondos, además algunas actuaciones en materia digital y de movilidad sostenible.
Usted propuso desde la AMB la creación de un organismo supramunicipal que velara por la seguridad de todos los municipios coordinadamente. ¿Sigue pensando igual, en qué se beneficiarían los vecinos?
No tiene nada que ver con la creación de un organismo supramunicipal ni con dotaciones de policías, si no de impulsar un sistema integral de seguridad metropolitana que permita la coordinación y la cooperación de las policías locales y el resto de cuerpos de seguridad como Mossos, Guardia Civil y Policía Nacional utilizando la tecnología. Hoy la tecnología permite garantizar y mejorar la seguridad de las personas, permite que el ciudadano esté permanentemente conectado con los cuerpos policiales y así se pueda actuar rápidamente.
Las políticas de seguridad también son una herramienta para evitar que el espacio público y la convivencia se degrade y ese es el objetivo.
¿A qué retos se ha enfrentado en esta legislatura? ¿Qué balance hace de esta legislatura?
Un mandato, obviamente, marcado por la crisis más grave de las últimas décadas, porque la pandemia supuso un gran coste directo en vidas humanas, además de suponer un bache económico tremendo. A veces las crisis se remontan de forma igualmente repentina, por desgracia a costa de mayor desprotección social o de una reestructuración importante; las finanzas municipales también lo han notado. Pero ni siquiera la remontada ha podido ser igual de rápida, con la aparición de la guerra en Ucrania y el aumento de los costes de la energía, lo que nos ha llevado de nuevo a una situación de incertidumbre.
Tras dos años de orientar de forma prioritaria la actividad municipal a luchar contra las consecuencias de la pandemia, creo que el balance de lo que habíamos planteado a principio de mandato es suficientemente positivo dados todos estos condicionantes. Algunos proyectos se materializarán más tarde de lo esperado, hemos tenido que replantear algunos temas, pero los objetivos genéricos están cumplidos, con resultados evidentes en materia de seguridad ciudadana, en protección social, y en la estrategia Cornellà Natura. Y esto ha hecho mucho más fuerte a nuestra ciudad.
Creo firmemente en que, a pesar de la incertidumbre y de tener que capear una crisis que nos ha hecho pasar por situaciones muy dramáticas, hemos sido capaces de localizar puntos de encuentro para el diálogo, para evitar la fragmentación, y para consensuar acciones que van a determinar el futuro de la ciudad.
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