¿Por qué las grandes superficies se olvidan de poner asientos?

Con la llegada de la democracia, también las ciudades y pueblos se fueron transformando urbanísticamente hasta llegar a la situación actual. Un cambio que hace la vida más agradable a sus habitantes: municipios más accesibles -más o menos - zonas verdes, complejos deportivos, de ocio y un largo etc. Aunque las nuevas generaciones no sean conscientes de esa transformación, los que tienen una cierta edad saben de ello y lo valoran.

En ese cambio de imagen en las calles, paseos, parques, jardines, han visto cómo se ha ido incorporando mobiliario urbano que faciliten la vida cotidiana de la gente. Hay unos elementos importantísimos que usan casi todos; los asientos, bancos de los que se han dotado los espacios que utilizan todas las personas, especialmente la gente mayor, las que tienen problemas de movilidad,  disponen de estos para cuando estén cansadas o las piernas necesitan un respiro. Pero también el resto de la ciudadanía que quiere sencillamente utilizarlos. Este tipo de servicio de gran uso es imprescindible y cumple una función muy concreta. Así lo han entendido los consistorios y han apostado por ellos, como debe ser.

No ocurre lo mismo con los supermercados, grandes superficies, los mercados o cualquier otro espacio. Las direcciones de estos no han tenido en cuenta a las personas mayores, gente con movilidad reducida, o algunas otras que utilizan muletas para moverse. Si dan una vuelta por esos recintos, en la inmensa mayoría de ellos no disponen de asientos que puedan utilizar cuando las fuerzas han llegado a su límite y necesitan un tiempo para reponerse. ¿Que no han pensado en ese detalle que puede ser “pequeño” pero no lo es? ¿No ha llegado la transformación, la comodidad y la solidaridad con los que necesitan sentarse unos minutos, o un rato para recuperar fuerzas y seguir comprando? Visto lo visto, no. Muchas son las quejas de los afectados que reclaman unos cuantos asientos en varios puntos de los establecimientos. En más de una ocasión, los que no han podido más, se han sentado en cualquier “caja” cercana que han encontrado, por miedo a caerse, como se ha visto en tantas ocasiones.

Es hora también de la transformación y adecuación de las zonas comerciales, no fuera, sino dentro de los establecimientos, especialmente los que tienen grandes dimensiones: facilitar la accesibilidad es muy importante, la dotación de asientos también, se contribuye a que todas las personas puedan acceder a ellos sin miedo a pensar que no van a poder terminar el recorrido. Es urgente y necesario facilitar la movilidad a todos, aunque para conseguir su objetivo tengan que hacer unas cuantas paradas. Eso sí, disponiendo de un asiento donde descansar y continuar después su marcha, sin tener que depender de nadie. A si que señores de Carrefour, Alcampo, Leroy y otros, pónganse las pilas y doten de asientos sus espacios. No es muy caro y contribuirán a hacerles las cosas más fáciles y llevaderas a sus “clientes”, que de eso se trata.