Preocupación en la cárcel de Brians por el aumento de "muertes no naturales"
En total seis personas se han quitado la vida este 2024, cuatro de ellas en las prisiones del Baix Llobregat
En los primeros tres meses del año 2024, seis personas presas se han quitado la vida en las cárceles catalanas, una cifra que iguala la totalidad de los registrados durante el 2023.
Estas trágicas muertes han puesto de manifiesto una problemática preocupante que afecta a la población penitenciaria de Catalunya, pero que golpea especialmente al Baix Llobregat, ya que los centros de Brians 1 y Brians 2 registran tres y un "muertes autolíticas" respectivamente.
Según estos datos las cárceles del Baix Llobregat serían así las que más muertes no naturales se han registrado en este inicio de 2024.
La escalada de suicidios ha generado una profunda inquietud en la sociedad y ha llevado a cuestionar las medidas de prevención y atención en las prisiones de la región. La falta de atención adecuada en salud mental dentro de las prisiones es una de las principales preocupaciones.
La mayoría de las personas atendidas tienen trastornos psicóticos, mientras que los presos con ansiedad o depresión a menudo no reciben atención alguna. Esta situación se agrava por la escasez de profesionales en salud mental en las prisiones, con solo 0,2 psiquiatras por cada mil personas presas según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El informe "La salud mental en el sistema penitenciario catalán", publicado por Justicia y Pau de 2022, revela que más del 50% de la población penitenciaria en Cataluña sufre trastornos de ansiedad o angustia, duplicando el índice de la población general. Ante esta situación alarmante, la Conselleria de Justícia anunció el despliegue de 111 profesionales para prevenir este tipo de muertes y reducir incidentes en las prisiones durante el primer trimestre de 2024.
AUMENTO DE AGRESIONES EN LAS CÁRCELES
La violencia en las cárceles catalanas ha experimentado un alarmante aumento durante el año 2023, según revela el informe elaborado por la Central Sindical Independent i de Funcionaris (CSIF) a partir de datos proporcionados por la Secretaria de Mesures Penals, Rehabilitació i Atenció a la Víctima. Con un total de 582 trabajadores penitenciarios agredidos a lo largo del año pasado, esto representa un promedio de casi 2 agresiones diarias en las prisiones de Cataluña.
Los centros penitenciarios más conflictivos, como Brians 1, Brians 2, Joves y Quatre Camins, continúan siendo los más afectados por este preocupante fenómeno. Las agresiones sexuales también muestran un aumento preocupante, triplicándose con respecto al año anterior. Este dato resulta especialmente alarmante, con un total de 17 incidentes de este tipo registrados en 2023, frente a los 6 del año anterior.
Además, se ha observado un incremento en la violencia de las agresiones graves, que han aumentado en un 54.4% respecto al año anterior. Esto se traduce en un total de 86 incidentes graves en los que 105 trabajadores fueron agredidos de manera significativa.
“Somos un colectivo hiperagredido, tanto física como psicológica e institucionalmente. La administración penitenciaria catalana no toma las medidas necesarias para preservar la vida de sus trabajadores. Nunca sabes si llegarás entero a tu casa”, denunciaron desde el CSIF en un comunicado. La muerte de una cocinera a principios de año ya generó una ola de protestas de los funcionarios que reclamaban mejoras en el sistema.
Las cárceles catalanas sufren desde muchos años la falta de personal y la falta de medios materiales. A su vez, denuncian, “la falta de medidas coercitivas como los aerosoles o las pistolas taser, hacen que la población reclusa se sienta libre de agredir a los trabajadores". "No tenemos forma de defendernos mientras los agresores inventan sus propias armas caseras. Tampoco somos considerados agentes de la autoridad en nuestras funciones”, finalizan.
UN PLAN DE ACTUACIÓN EN 2023
La Generalitat de Catalunya ha tomado medidas contundentes ante el preocupante aumento de los suicidios y las autolesiones en las prisiones de la región. Con un incremento del 27% en los suicidios registrados en el año 2022 en comparación con años anteriores, la Conselleria de Justícia ha decidido abordar esta situación mediante la contratación de 100 profesionales especializados en salud mental y gestión de conflictos.
Este programa tiene como objetivo implementar un modelo organizativo de intervención que permita desarrollar acciones concretas en materia de prevención de suicidios y autolesiones, así como en la gestión y control de conflictos en el entorno carcelario. La consellera de Justícia, Gemma Ubasart, ha destacado que esta iniciativa tendrá un impacto positivo en la calidad de vida de las personas internas y en las condiciones laborales de los trabajadores penitenciarios, con el fin de facilitar los procesos de reinserción.
Los profesionales contratados se dedicaron exclusivamente al tratamiento de los suicidios, autolesiones y conflictos en las prisiones. Con un presupuesto anual de seis millones de euros, este programa se pondrá en marcha durante el primer trimestre de 2024 y se evaluará su impacto a lo largo de su implementación. Se crearán equipos especializados que incluirán psicólogos, educadores sociales, jefes de unidad y técnicos especialistas en vigilancia y prestaciones.
El deterioro de la situación durante los años posteriores a la pandemia ha sido un factor determinante en la implementación de algunas medidas, con un aumento significativo de las autolesiones y los suicidios, así como de los incidentes y agresiones en las prisiones. Esta respuesta contundente busca abordar de manera efectiva esta problemática y mejorar la atención y el cuidado de las personas internas en el sistema penitenciario catalán.
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