El problema del cultivo de marihuana que asola Catalunya tiene en el municipio de Viladecans un punto caliente situado en el barrio de Can Palmer. Allí en el mes de abril de este mismo 2024, los bomberos tuvieron que sofocar un incendio provocado, parece ser, por un cortocircuito de la luz enganchada a la acometida de un local okupado ilegalmente. 

Impactante incendio en una plantación de marihuana en el barrio de Can Palmer de Viladecans

Ante el peligro que suponía la propagación de este fuego sobre el resto del bloque afectado en el barrio de Can Palmer el 112 recibió una llamada de alerta a la que acudieron varias dotaciones de Bomberos que afortunadamente pudieron extiguir el fuego sin que se tuvieran que lametar daños personales, ni heridos gracias al uso de extintores especiales.

Este no ha sido el primer incidente relacionado con el presunto tráfico de marihuana y su cultivo en el barrio dado que en enero también, de este 2024, se produjo la aparición de bolsas de basura en la vía pública y en cuyo interior se han encontrado "desechos de plantas de marihuana" presuntamente provinientes de plantaciones ilegales en el barrio que han llamado la atención de las autoridades locales y que seguramente pertenecen a uno de los tres clanes que dominan el barrio y que se encuentran enfrentados habitualmente.

CASQUILLOS EN LAS CALLES DE CAN PALMER

Varios responsables del Ayuntamiento de Viladecans han afirmado ante los vecinos y sus quejas que aquello que consideraban tiros al aire "solo son petardos". Tras la última verbena de Sant Joan, parece ser, según ha podido saber Vilapress que algunos de los miembros de algunos de estos tres clanes locales aprovecharon el ruido para sacar alguna de sus pistoles ilegitamente en su posesión para lanzar algunos tiros al aire.

De esas acciones en el barrio han quedado restos en el barrio a modo de "casquillos" varios localizados especialmente en lugares donde hubo aquella noche más ruido de lo normal.

La evidencia de casquillos, nada tiene que ver con "petardos" y se ha puesto este hallazgo en conocimiento de los cuerpos de seguridad competentes, según ha podido saber Vilapress. Éstos han iniciado una investigación conjunta para averiguar "quienes son los dueños de estos casquillos de bala" que están sembrando una honda preocupacional vecinal.

EL REGIDOR DE SEGURIDAD CREA UNA UNIDAD DE CONVIVENCIA ESTIVAL

Curiosamente en este último pleno de junio el concejal responsable del Área de Seguridad del Ayuntamiento, Anselmo Sánchez informó sobre la creación y puesta en marcha este mismo mes de julio de una unidad especializada en convivencia de la polícia local.

Dos grupos confomados por 6 agentes por turno, que tras recibir formación específica de la Guardia Urbana de Barcelona, se ocuparán de mantener la convivencia vecinal sin invadir las "competencias propias de los Mossos d'Esquadra".

Parece ser que la continuidad en la coordinación entre cuerpos políciales del  territorio quiere ofrecer una mayor sensación de seguridad a los vecinos de Viladecans.

MÁS RECURSOS POLICIALES Y PATRULLAS VECINALES

Pese a todo en el barrio de Can Palmer, los vecinos empiezan a plantearse patrullas vecinales dado que su barrio ha perdido los mínimos exigible de convivencia pacífica. 

Un día no pueden dormir debido a las fiestas hasta alta horas de la madrugada de los más incívicos e insolidarios. Otro día encuentran plantas de marihuena en bolsas de basura. Otro día se incendia una plantación con peligro de propagación de fuego en los edificions tipo colmena unos pegados a otros. Al otro se producen intervención de desenganche de acometidas ilegales. De pronto un tiroteo o un Sant Joan con tiros al aire. Tienen la sensación de que se juega a la ruleta rusa en su barrio y un día sera "susto" y no descartan que puedan producirse "muerte" si nadie lo remedia.

Los buenos datos de reducción de la criminalidad en Viladecans expuestos en el pleno por Anselmo Sánchez no les convencen. Quizás porque entre los datos y la realidad que viven cada día, hay dos realidades. El papel lo aguanta todo pero la realidad siempre supera a la ficción. 

Los  miembros de los cuerpos de seguridad coordinados sienten que los vecinos saben que vuelcan todos sus esfuerzos en revertir esta situación y para ello, como ellos, piden  "más herramientas, medios, recursos, una legislación que los proteja y unos mandos políticos interesados en cambiar las cosas y no ocultarlas".

Seguiremos informando...