Una de las barbaridades que han cometido nuestros políticos además de dejar colgados a los profesionales sanitarios de este país teniendo los almacenes de material para uso de hospitales y centro de salud sin fondos de los que echar mano, ha sido sin duda, recluirnos a todos y no poniendo en farmacias o lugares como Mercadona un punto de suministro de al menos una mascarilla por persona, o sencillos botes de alcohol para desinfectarse las manos.