Los dos nuevos miembros del Gobierno -Pablo Iglesias e Irene Montero- son los frescos, no del barrio, sino de un gobierno de izquierdas.
Es el triunfo de la incapacidad de los nuevos políticos para tragarse su orgullo de gallitos e intereses partidistas.
Hay que suponer que la Señora Calvo, esta vez, no va a tomarnos el pelo en nombre de los socialistas de Ferraz y que la sopa de siglas que configura Podemos dejará de hacer comedia.
La escenificación mediática de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, con intermediarios de por medio sigue poniendo de manifiesto sus desencuentros.
A primera vista, parece que Pedro Sánchez se ha tomado en serio lo de pactar una nueva política con Pablo Iglesias sin renunciar a su línea roja llamada Gobierno de coalición. Veremos en qué acaba el órdago.
La responsabilidad de los políticos también es transigir, consensuar y en muchos casos renunciar. Los intereses de la ciudadanía deberían estar por encima de los intereses partidistas, individuales y de cargos.
No ha sido pues un buen día para la Democracia española, especialmente para “Il Tonto” líder de Cs, que con su colega y rival “Il Divo” han conseguido que la duración de la legislatura sea efímera, con lo que todo eso supone para nuestra muy deteriorada economía.
Ha sido una jornada parlamentaria intensa, incluso apasionante, como no la habíamos visto y escuchado hace varias legislaturas.
Pablo Iglesias dará un paso al lado, pero medido, ya que el protagonismo lo llevaría Montero. Todo queda, en casa como dirían muchos. Las familias en Podemos son muy importantes, sobre todo la de Pablo Iglesias.
El desencuentro actual entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, líderes del PSOE y UP parece que tiene mucho que ver con la aversión a convenir por escrito un plan de gobierno para la legislatura, sin antes haber procedido al reparto de los sillones institucionales.
Si Madrid parece empantanada, parálisis e incompetencia resumen el balance del gobierno que preside Torra
Madrid, capital del reino de España, siempre ha sido terreno abonado a los rumores más peregrinos o a los acaloramientos mediáticos más furibundos, que luego explosionan como las gaseosas y desaparecen con la misma celeridad con la que se iniciaron.
Los nuevos partidos políticos, que llegaron para cambiar todo, están sufriendo sendas crisis internas que ya les están empezando a pasar factura.
Los más prudentes aconsejan que la toma de posesión de Pedro Sanchez se celebre en Septiembre, que es un mes idóneo para afrontar la nueva legislatura.
Estos días la investidura de Pedro Sánchez para seguir en la Moncloa se está complicando, más de lo que era previsible.
La puesta en escena de las declaraciones de los líderes siempre es importante. En demasiadas ocasiones esconden lo sucedido en los despachos y nada tiene que ver con lo que explican a los medios y estos transmiten a la ciudadanía.
Por fin se han celebrado ya los dos debates televisivos que han protagonizado los cuatro candidatos a presidir este país llamado España. ¿Habrá servido a los ciudadanos para decidir a quién van a votar?
Las mujeres siguen teniendo vetada su llegada a la Moncloa como presidentas.
Utilizar discursos que pueden calar en la ciudadanía, sobre todo en aquella que en la que su economía es muy precaria, o sencillamente no tienen, es jugar con la desesperación de las personas.
Este pasado sábado retornaba Pablo Iglesias al ruedo político, después de haber disfrutado de su baja por paternidad de tres meses.