No le da vergüenza, ni tiene ningún reparo en que su hermano, Emili esté trabajando en el ayuntamiento Viladecans, donde gobierna el PSC y en el que “nadie” sabe cómo “aterrizó”.
Los líderes políticos y la ciudadanía en general, no deben dejar llevarse a engaño, no hay independencia sin violencia, ni separación pacifica sin derramamiento de sangre -solo las excepciones confirman la regla-.