Sant Feliu y Viladecans, un mal mercado para las empresas jóvenes

Sant Feliu de Llobregat y Viladecans registran los peores datos de supervivencia de empresas pasados los primeros tres años del Baix Llobregat. Así, lo indica un reciente estudio de las empresas creadas hace tres años (2014) asesoradas por los centros locales de servicios a las empresas (CLSE) de la demarcación de Barcelona, elaborado por la Diputació.

En el marco general del plano del área metropolitana, ambas poblaciones no salen mejor paradas ya que Sant Feliu y Viladecans son la segunda y la cuarta localidad empezando por la cola. En concreto, la tasa de supervivencia de las empresas creadas hace tres años de Sant Feliu es del 49% y en Viladecans del 52,9%, cuando la media de la comarca es del 59,9 y la media de toda la demarcación del 58,4%. En cifras, supone que en estas poblaciones sólo han sobrevivido, respectivamente, 83 y 191 de las empresas creadas desde 2014.

En cambio, hay una localidad en el Baix Llobregat que ocupa el primer de esta lista que abarca toda la demarcación de Barcelona. Molins de Rei sobresala y registra un 79,2% de supervivencia de las empresas de reciente creación (116), muy por encima de la media e incluso del siguiente municipio del ránking, Igualada, cuyos datos son del 69,5%. 

Esparreguera con un 67,3% de tasa de supervivencia y 109 empresas aún en marcha después de los tres años, es la segunda ciudad del Baix Llobregat en este índice, y la quinta de toda la demarcación.

La Diputació de Barcelona ha concluido que la tasa de supervivencia de las empresas a los tres años es del 62,1%, de acuerdo con los datos recogidos durante el trabajo de campo y las hipótesis empleadas. La cifra es tres puntos superior a la del año pasado, alcanzando el nivel más alto de la serie.

Entre las personas emprendedoras entrevistadas, dos tercios mantienen en funcionamiento la empresa creada tres años antes, seis puntos más que el año pasado. La mitad de las empresas que se mantienen en funcionamiento tiene a día de hoy un empleado y el otro mitad, más de uno, lo que hace una media de 2,6 trabajadores, la cifra más alta registrada hasta ahora en las cuatro ediciones de la investigación.

Aún así admite que aunque más de la mitad tiene buenas perspectivas para el próximo año, la cifra es inferior a la del año pasado. En cuanto a las empresas cerradas, seis de cada diez clausuraron su actividad por motivos económicos, mientras que casi el 40% menciona otros motivos, la cifra más alta registrada hasta ahora. Eso sí, una cuarta parte ya ha creado otra empresa o tiene pensado hacerlo.