Gavà lamenta el abandono de los gobiernos respecto a los proyectos para el Prat

El ruido de los aviones es uno de los principales desafíos que obstaculiza el desarrollo de la aviación y afecta a millones de ciudadanos de toda Europa. Por esa razón, Gavà ha acogido el primer encuentro entre los agentes del sector aeroportuario y comunidades locales europeas para debatir y compartir experiencias sobre la gestión de la contaminación acústica que ocasionan los grandes aeropuertos. 

Se trata de una jornada enmarcada en el proyecto ALMA (Aviation Noise Impact Management through Novel Approaches), una iniciativa de investigación orientada a identificar y difundir las prácticas para reducir las molestias del ruido que sufren las comunidades de los aeropuertos.

La jornada ha tenido como objetivo impulsar la participación y el compromiso de todas las partes interesadas. Ha contado con la participación de autoridades locales, entre ellas la alcaldesa de Gavà, Raquel Sánchez; autoridades autonómicas y estatales; gestores aeroportuarios y de navegación aérea; investigadores y universidades; empresas del sector, y vecinos y vecinas. Se han abordado cuestiones como la planificación del uso del suelo, la medición del ruido y la gestión de su impacto; la calidad de vida, y el marco regulador europeo sobre el ruido aeroportuario.

La alcaldesa ha explicado la situación concreta de Gavà a raíz de la puesta en marcha de la tercera pista en 2004 y que el trabajo persistente y el control del ayuntamiento ha sido clave para llegar a un consenso territorial y para mejorar los procedimientos operativos de despegue y aterrizaje. 

Sánchez también ha afirmado que el ayuntamiento mantendrá un control exhaustivo sobre la actividad aeroportuaria, "una actitud vigilante y muy necesaria, como se pudo comprobar cuando el ex ministro de Fomento presentó a la prensa del nuevo plan director del aeropuerto de Barcelona sin hablar previamente con las ciudades y sin buscar consensos. Una vez más, nos sentimos desvalidos en relación a la planificación de futuro y tuvimos la percepción que se tenían más en cuenta los intereses de las aerolíneas privadas que los de la ciudadanía". 

La alcaldesa ha reclamado un mayor apoyo por parte de las instituciones europeas "para evitar arbitrariedades locales en la evaluación de la contaminación acústica que afecta la calidad de vida de nuestros vecinos y vecinas. Hay que conocer los indicadores de molestia percibida por la ciudadanía y no únicamente datos del nivel acústico". Raquel Sánchez también ha remarcado que es prioritario "que se aclaren las ayudas económicas y legales que deben devolverse al territorio afectado por el ruido de los aeropuertos".

La secretaria general de la Asociación de Regiones Aeroportuarias (ARC), Léa Bodossian, incidió en que "la experiencia en Europa muestra que las soluciones son cada vez menos tecnológicas y apuntan, cada vez más, hacia una mejor gestión y coordinación entre los aeropuertos, el sector aéreo y los residentes".

La jornada ha servido para poner de manifiesto la importancia de considerar las inquietudes de las comunidades locales y de interactuar con ellas de manera eficiente. Con este objetivo, junto con una exposición general sobre la situación de la investigación del ruido de los aviones a cargo de expertos, se han celebrado tres mesas redondas que han permitido a los participantes acercarse a los ponentes y dialogar directamente con ellos sobre los aspectos relacionados con la contaminación acústica de los aeropuertos.