Desde hace ya demasiado tiempo, en Catalunya se está bombardeado desde el mundo político independentista a la ciudadanía, con nuevos nombres de partidos -algunos antiguos- que se han transformado en otros, que a su vez hacen pactos con un tercero... Es la creación de la confusión para despistar al personal.
Los avances en la confusión siguen su hoja de ruta. Se crea Consell Assessor per l'Impuls del Fòrum Cívic i Social per al Debat Constituent ¿Para qué? Dicen que es un ¿ente? transversal por el hecho de incorporar en sus filas a personas que se han "marchado" de sus partidos políticos después de haberse dado un golpe en la cabeza y han visto la luz de TV3, de donde cobran por sus apariciones estelares en las tertulias, y son mostrados como trofeos de "guerra" de democracia plena.
La entidad "privada" la preside Lluís Llach, que tendrá la función de cantar nanas al resto de sus componentes que padecen de insomnio.
Dos días después, Puigdemont hace lo propio, anuncia oficialmente la creación de su propio partido, La Crida Nacional per la República, donde aspira a aglutinar en torno a su figura a todos los partidos y formaciones políticas y sociales del independentismo, cosa que no ha sucedido hasta el momento. Otras dos jornadas después, en el Salón Sant Jordi, otra presentación, el Consell per la República, también privado, pero presentado en el Salón Sant Jordi. Todo un alarde de escenificación de cara a la galería, para regocijo de sus mentores.
Seguro que el presidente ha pensado en uno de los matemáticos más importantes de la historia, Arquímedes, que sobre la palanca dijo: "Dame un punto de apoyo y moveré el mundo". Si el punto de la palanca es el Consell de Puigdemont con Comín de responsable por delegación, apaga y vámonos a comer panellets, castañas y boniatos que eso es real en estos días de todos los "santos".
Con tanto nombre y siglas, la Generalitat podría editar un manual tamaño bolsillo para explicar los nombres de cada una de las entidades "privadas", qué significa y cuáles son sus funciones. Marear la perdiz, confundir al personal, y seguir engañando para que la llama de la ilusión de las gentes que se han creído el relato es inmoral, indecente y falto de ética.
Que el día de Todos los Santos para quien lo celebre o la noche de Halloween- noche de los muertos vivientes, que hay unos cuantos-, les sean leves y se olviden de la sopa de letras que tenemos delante.
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