Esplugues apuesta por un juego para fomentar la cohesión social

Esplugues de Llobregat ha acogido este 5 de marzo a representantes de siete ciudades europeas que trabajan juntas, junto con el municipio, en el Playful Paradigm, un proyecto que quiere favorecer la cohesión social a través del juego en el espacio público. 

Además de la localidad del Baix Llobregat las otras ciudades que participan en el proyecto son Udine (Italia), Cork (Irlanda), Katowice (Polonia), Klaipeda (Lituania), Larissa (Grecia), Viana do Castelo (Portugal) y Novigrad (Croacia).

En la jornada de trabajo, que se ha alargado hasta el 6 de marzo, cada una de las ciudades participantes ha definido su mapa de ruta para los próximos 24 meses: quién se ocupará del proyecto, qué fuentes de financiación tendrá y qué se quiere hacer.

La alcaldesa de Esplugues de Llobregat, Pilar Díaz, ha asegurado que "el proyecto Playful Paradigm combina unos valores que nos acercan mucho a los que tenemos como ciudad, a través de deportes, salud, cohesión social y convivencia". 

Por su parte, Agnese Presotto, de Udine, la ciudad que lidera el proyecto, aseguró que "Esplugues es una ciudad muy interesante para aplicar este proyecto que trabajaremos durante dos años" y ha añadido que "el proyecto puede cambiar las ciudades a través de la impulso institucional y en colaboración con la ciudadanía". Una de las experiencias que aporta Udine es el Ludobus, una ludoteca con ruedas pensada para recuperar los juegos tradicionales.

BUENAS PRÁCTICAS

La red se ha formado a partir de una iniciativa de Udine sobre el uso del juego para trabajar y mejorar la cohesión social que lleva a cabo desde hace años, que fue reconocida por el sello europeo de buenas prácticas Urbact.

El hecho de que Esplugues también fuera reconocido con este sello por sus proyectos de impulso a la participación de jóvenes y niños en el gobierno de la ciudad mediante la Audiència Jove y el Consell de Nens permitió a nuestra ciudad contactar con los demás municipios europeos para tratar de aplicar el modelo Udine.

La idea es que los juegos no sólo vayan dirigidos a niños, sino también a jóvenes, adultos y personas mayores. El presupuesto previsto para llevar a cabo este proyecto es de 52.000 euros.