El deporte femenino solo necesita más apoyos

Históricamente, por educación, por haberle “otorgado” al varón la capacidad de dirigir y considerar -mayoritariamente- que la mujer está bajo su tutela o sencillamente que es propiedad suya, la mujer lo ha tenido muy difícil en todos los campos, excepto en las labores propias del hogar en la que durante siglos ha tenido la exclusividad, nadie se la ha discutido. 

¿Esto ha mejorado? Claro que sí, faltaría más, pero no lo suficiente, falta mucho camino por andar. Las “mejoras” han sido posibles por la lucha constante de ellas y la concienciación de que esto no podía seguir así. Pese a los avances, a las mujeres les sigue costando más acceder a los puestos de responsabilidad en casi todos los sectores. En la actualidad, el número de mujeres en algunas carreras es superior al de los varones, pero esto no se traduce en  puestos de responsabilidad después.

Simplificando mucho la situación de las mujeres, a estas siempre les ha costado –sigue siendo así- conseguir llegar a la meta que se habían planteado. Las hay que tiran la toalla y las que no renuncian a sus objetivos, aunque el precio que tengan que pagar sea más alto que el de los hombres.

Este pasado domingo, la selección española de baloncesto se hacía con el trofeo de la Eurobasket, o lo que es lo mismo, se proclamaba campeona de Europa. Un triunfo que viene a reafirmar el excelente momento en el que se encuentra el conjunto español. Su victoria no es un hecho puntual, sino que desde hace ya unos cuantos años, el juego de las españolas está siendo reconocido hasta por sus mayores adversarias. Ello es fruto del esfuerzo y tesón adquirido a lo largo de  años de duro trabajo.

El triunfo femenino en baloncesto no es un hecho aislado, fútbol, balonmano, waterpolo, y otros deportes son referentes de que las mujeres españolas se encuentran en la primera línea, sin envidiar a los hombres. El tema crematístico es otra cosa. Las mujeres cobran mucho menos dinero que los hombres, especialmente en el deporte. Un problema que no es menor y al que hay que ponerle remedio, más pronto que tarde. Es justo que esto suceda. ¿Se conseguirá pronto o habrá que espera medio siglo más para reparar esta injusticia? Depende, como dicen los escépticos.

El mal llamado sexo débil viene demostrado desde hace muchos siglos, que ni es débil, ni necesita demostrar cada día de lo que es capaz.

Desde hace ya unos cuantos años, el peso de la mujer en el deporte ha sido muy importante, solo ha necesitado patrocinadores y que los medios de comunicación dieran más espacio a este deporte. Si los masculinos -no todos- tienen patrocinadores y sueldos que les permiten vivir, incluso algunos con sueldos millonarios, ¿por qué a las mujeres se las discrimina?

La selección española de básquet cuenta con varios patrocinadores, especialmente La Caixa, como se puede ver en las camisetas que lucen sus integrantes. Es una buena apuesta por la igualdad de derechos de las mujeres también en el deporte.

El deporte de discapacitados sigue estando discriminado también. Sus deportistas tienen poca visibilidad informativa y su asignaciones económicas están muy lejos del resto de deportistas, incluso en las Paraolimpiadas, la diferencia de cantidades con sus compañeros de las Olimpiadas por hacerse con medallas es abismal. Aquí, la ONCE, y especialmente su actual presidente, Miguel Carballeda, ha jugado un papel muy importante para darle más visibilidad mediática y económica a este deporte que tantos triunfos ha aportado al deporte español y que tan poco han recibido a cambio.

Lo que está comprobado es que con apoyos los deportes practicados por las mujeres y los discapacitados no tienen nada que envidiar al “otro”.

Artículo original publicado en catalunyapres.es