Vueling trata de evitar el pago de indemnizaciones por la lluvia caída en el aeropuerto de El Prat
La aerolínea trata de justificaralgunos retrasos y cancelaciones alegando que se produjeron por las lluvias y no por los paros del personal de tierra de Iberia.
El pasado fin de semana del 27 y 28 de julio en el aeropuerto de El Prat se cancelaron más de 140 vuelos que dejaron en tierra a unas 27.000 personas. La causa de todas estas cancelaciones fue la huelga del personal de tierra de Iberia que afectó a varias aerolíneas, pero la mayoría de ellas, fueron de la compañía aérea Vueling.
Pero ante una posible avalancha de reclamaciones, la compañía low cost española quiere aprovechar las inclemencias meteorológicas para no tener que pagar indemnizaciones a miles de pasajeros.
La lluvia caída el sábado 27 de julio hizo que, por unos momentos, los aviones de varias compañías no pudieran salir o se retrasaran ya que las pistas se cerraron por una hora. En el mundo legal esto es una causa de fuerza mayor, algo que las empresas no pueden controlar y que por tanto si el cliente o usuario se ve perjudicado no puede reclamar nada ya que no es culpa de las compañías. En cambio, la huelga se considera que, claramente, es algo que las aerolíneas sí tiene en sus manos evitar, por lo que obligaría a Vueling a pagar hasta 600 euros a los pasajeros que se vieron afectados por los paros y cuyos retrasos en la hora de llegada fuera de más de tres horas. Además, si se superan las dos horas de espera y la distancia es de más de 1.500 kilómetros, las aerolíneas tienen que suministrar bebidas y comidas a los usuarios e incluso el alojamiento si fuera necesario.
Esta estrategia para esquivar el pago de compensaciones a los viajeros, por eso, puede jugarles en su contra. Antes de la llegada del fin de semana, Vueling ya anunció la cancelación de hasta 110 vuelos y el día de la huelga desde el aeropuerto y la aerolínea se iba confirmando que se estaban cumpliendo y respetando los servicios mínimos. Además, los sindicatos dijeron que el seguimiento de los paros tenía un gran seguimiento.
Lo cierto es que miles de pasajeros se vieron afectados y que sí, se cerró el aeropuerto durante una hora. Aprovechando eso, Vueling comunicó los retrasos y/o cancelaciones de vuelos durante las horas que se produjeron las precipitaciones, enviando entonces los avisos a algunos usuarios, para tratar de justificar los problemas ocasionados a los viajeros. Así, las cosas, buena parte de los afectados por los retrasos de la aerolínea podrían verse perjudicados por esta estrategia.
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