El Espanyol logra arrancar un empate ante el Ferencváros y se clasifican como primeros de grupo
Los de Cornellà ampliaron en Budapest su récord de partidos sin perder en competiciones europeas, aunque esta vez con agonía.
El RCD Espanyol amarró el primer puesto del Grupo H de la Europa League tras empatar 'in extremis' en su visita al Ferencváros (2-2).
El equipo dirigido por Pablo Machín amplió en Budapest su récord de partidos sin perder en competiciones europeas. Los 'periquitos' fijaron tal plusmarca en 26 compromisos, aunque esta vez con agonía. En el último minuto del tiempo añadido, Sergi Darder introdujo en la portería rival un testarazo a centro del canterano Pipa Ávila desde el lado izquierdo.
FOTO: @rcdespanyol
Como premio añadido, los pupilos de Pablo Machín sellaron la primera posición del Grupo H, ahora con 11 puntos y viéndose beneficiados del empate que hubo en el otro duelo entre CSKA y Ludogorets (1-1). Pero el Ferencváros lo puso difícil todo el tiempo, merced a un partido repleto de errores defensivos y un arreón final que dejó las tablas.
Inauguró el marcador David Sigér en el 23', disparando a las mallas en un rechace del poste, mientras que en los visitantes reinaba la pasividad para una falta lejana que había sacado Isael da Silva. El propio Isael destacó en un par de lances más, si bien el Espanyol rubricó el 1-1 relativamente pronto.
Su autor fue Óscar Melendo, con un zurdazo que tropezó en un defensa local y despistó al guardameta. La jugada había sido construido por Pipa Ávila, de manera formidable con un 'caño' y un caracoleo por el costado zurdo hasta dar la asistencia a su compañero.
El cuadro húngaro apretó en la segunda parte, con tiro al travesaño incluido, y cerca estuvo del 2-1 con un penalti muy polémico que falló Isael. La parada de Diego López, como particular redención ante un mal día de trabajo, solo retrasó el hecho de que al Espanyol le iban a marcar nuevamente.
Y eso sucedió con otra pena máxima, bastante más clara que la anterior a raíz de una falta de Ander Iturraspe. Engañando al portero blanquiazul, Michal Skvarka marcó y dio una alegría a su afición. Sin embargo, Darder amargó al Ferencváros con ese cabezazo fuerte de última hora.
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