La verbena de Sant Joan ha servido para que las gentes salgan a las playas, calles y plazas de los pueblos y ciudades de Catalunya y otros lugares de la España vertebrada, para celebrar esta festividad que tanto seguidores tiene. No por el hecho religioso, sino por el divertimento que ello supone. Este año, la explosión ha sido mayor: la gente necesitaba salir, divertirse y estar con aquellos amigos, familiares y conocidos que tanto echaban de menos por el maldito Covid.
La música, la bebida, los petardos y cohetes se han dejado sentir por todas partes, para desgracia de los animales cuyo estruendo les pone de los nervios y lo pasan francamente mal. Pero es lo que suele ocurrir: unos se divierten y otros lo pasan mal... Son cosas de los humanos, cuando solo se piensa en uno mismo y lo primero son las personas.
Pero los petardos, habían empezado el mediodía de este 23 de junio, cuando los políticos del procés salían de sus respectivas cárceles aclamados por unos cuantos seguidores, que les esperaban en las puertas para celebrar su salida. No defraudaron a sus seguidores, militantes y votantes, los nueve indultados. Salieron eufóricos y con pancarta incluida, como vencedores de una batalla política - la judicial la perdieron- en la que se regodeaban de haberle ganado el pulso al gobierno, la justicia, y todo lo que se ponga por delante. No había un gesto de tender puentes, sino de todo lo contrario y hablando además , en nombre de Catalunya, como si Catalunya fueran solo ellos. Toda una lección de ejemplaridad, concordia y arreglar la plana. Porque, aunque nieguen que han sido condenados no por sus ideas, sino por saltarse las leyes -como si fueran intocables- y gastarse el dinero en el procés y no en la sanidad, la educación, la cultura y los servicios sociales que están hechos unos zorros, ellos siguen con su mantra. El gobierno, los dirigentes socialistas, los militantes y votantes se han puesto contentísimos ante las declaraciones de los héroes del día. Los indultados no han valorado en absoluto el gesto del presidente del gobierno que, en contra de lo que opinaba su propio partido, ha sido el artífice del indulto. “Quien no agradece por poco no agradecerá por mucho”, dice un proverbio estonio.
Los que también han tirado cohetes han sido la mayoría de los funcionarios de prisiones que estaban hasta el cogote de tener a los nueve internos Dicen que se han sentido presionados, que los presos han tenido un trato preferente y han gozado de privilegios que el resto de presos no han tenido, “para que digan luego que todos son iguales, y tienen los mismos derechos”, afirmaban más de uno. Y es que el que ostenta el poder lo suele ejercer en el más amplio sentido de la palabra ¿Para quién? Eso ya es harina de otro costado.
En Moncloa se han quedado con la boca abierta ante las imágenes que mostraban los distintos canales de televisión, no es para menos, porque el coste del indulto lo está pagando y lo van a pagar en las urnas el partido socialista, Es un precio muy alto, aunque la iglesia, los empresarios y algunos partidos hayan apoyado los indulto, porque al final las cosas van a seguir como estaban, perdón, van a ir a peor; ellos han ganado, tienen la razón y hasta han sido bendecidos por la Iglesia. Toda una operación que los afectados han interpretado a su manera ¿Alguien esperaba algo distinto?Así que la verbena de Sant Juan no empezó por la noche, sino al mediodía, mucho petardo, mucho subidón, y poca discreción, solidaridad y recomponer lo que está roto… Así ha sido este Sant Juan donde a Sánchez le ha explotado un gran petardo.
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