La votación de la ONU sobre Rusia deja retratados a algunos países

Este jueves, la Asamblea General de la ONU votó suspender a Rusia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en señal de represalias por las violaciones y abusos graves y sistemáticos que han venido realizando en su invasión de Ucrania. La masacre perpetrada contra civiles en la ciudad de Bucha no parece que sea un hecho aislado, sino una práctica habitual del ejército ruso. 

Cadáveres en la estación de tren de Kramatorsk @ep

Un día después, una nueva masacre contra civiles en la estación de tren de Kramatorsk, en la que murieron más de cincuenta personas y trescientas resultaron heridas. Una acción que demuestra hasta qué punto está dispuesto a llegar Putin en sus ataques a la población civil y que no le importa nada la vida de los ucranianos. Quiere su rendición y si no, cómo se está viendo, aniquilación total. Putin ambiciona el territorio para hacerse con lo alberga en sus entrañas y por la posición estratégica que tiene

La asamblea de la ONU cuenta con 193 países miembros. De ellos 93 votaron a favor de la suspensión, 24 votaron en contra y 58 se abstuvieron. Son significativos, pero no sorpresivos, los 24 países que han votado en contra de la sanción: La propia Rusia, Nicaragua, Cuba, China, Bolivia, Siria, Bielorrusia, Irán, Vietnam, Argelia, Burundi, Centroáfrica, Congo, Corea del Norte, Eritrea, Etiopía, Gabón, Kazajistán, Kirguistán, Laos, Mali, Tayikistán, Uzbekistán y Zimbabue. Todos estos países son un ejemplo clarísimo de democracia, libertad, respeto por los derechos humanos y medios de comunicación plurales. Nadie tiene la menor duda de que eso es así. La “colaboración” de Rusia con esos países es muy importante y la lealtad sin fisuras al “jefe” siempre es de total fidelidad.

En el apartado de abstenciones, es decir, nadar y guardar la ropa, destacan entre otros países, todos también “democráticos”: Brasil, México, Egipto, el Salvador, Irak, Jordania, Kuwait, India, Arabia Saudita, Sudáfrica, Túnez, Uganda, Emiratos Árabes y Qatar. En este último país “democrático” se celebrará a finales de este año el Mundial de Fútbol, donde por cierto no participará la selección rusa al ser excluida por la FIFA. Una votación la del pasado jueves que ha dejado bien a las claras que por encima de las personas están los intereses económicos y geopolíticos de sus dirigentes, que no de su población. Las muertes de miles de personas inocentes, suelen decir los criminales que son “daños colaterales”, sin que se inmuten por ello. “Tras la conducta de cada uno depende el destino de todos”, afirmaba Alejandro Magno.

La invasión de Rusia a Ucrania ha dejado al descubierto lo peor y lo mejor de las personas y de los gobernantes mundiales que cada día ven, escuchan o leen las atrocidades que está llevando a cabo el ejército. Esto no es una guerra, es una masacre. Lo es porque se está atacando a las personas, mayoritariamente, mujeres, niños y personas mayores, como medida de presión para que se rindan. Una estrategia miserable y que define a quien dirige esta masacre.

Tanto los países que han votado en contra de la resolución como los que se han abstenido son un claro ejemplo de dictadores sin escrúpulos - todos los dictadores carecen de ellos- y los partidos que los apoyan también. En España, hay algunas formaciones que veladamente - de derechas y de izquierdas- no se pronuncian o lo hacen justificando lo injustificable. ¿Por qué será? ¿Intereses crematísticos de por medio? Es posible.

En una situación como la que se está viviendo, la condena a las acciones de Rusia debería ser unánime, indiferentemente de las ideologías de cada uno: las masacres que están llevando a cabo no deben quedar impunes, por mucho que la madre Rusia les haya llenado los bolsillos a unos cuantos. “Aquellos que tienen el privilegio de saber tienen la obligación de actuar”, solía decir Einstein

Por cierto, ante la actitud de Qatar, ¿por qué no se suspende el Mundial de Fútbol? Pues por lo que todos deducimos.