Suelen decir los entendidos que hay que distinguir entre las distintas elecciones y que no se pueden extrapolar. Tengo serias dudas de que eso sea así, creo que sí se pueden sacar conclusiones. Las elecciones andaluzas que se han celebrado este domingo habían generado muchas expectativas en todas las formaciones que concurrían, por diversos motivos Además podrían suponer un reflejo de lo que puede ocurrir en las generales, incluso las municipales. Por ello, los partidos se han volcado en ellas.
Al final, este domingo el PP ha conseguido un resultado histórico, o mejor dicho, su cabeza de lista Juanma Moreno ha conseguido este hito y el inicio de un cambio de ciclo político en Andalucía, hasta ahora feudo socialista.
Se esperaban los resultados como termómetro de lo que puede ocurrir en las próximas elecciones generales, que los populares vienen reivindicando su adelanto hace ya tiempo. De momento no está previsto que eso ocurra por todos los acontecimientos que le espera al gobierno de España y porque Pedro Sánchez no está dispuesto a ceder, a no ser que su socio de gobierno siga metiendo más la pata hasta el fondo como suele ser habitual y las encuestas sigan cayendo en picado.
Los resultados de las andaluzas han puesto de manifiesto que: la moderación de Moreno ha sido la clave de su triunfo. Que las disputas de Espadas con el sector de Susana Díaz han hecho daño al partido. Que los pesos pesados del antiguo PSOE, Felipe González y Alfonso Guerra, no se han implicado en la campaña. Y que el gobierno de Pedro Sánchez y sus compañeros de gobierno han hecho y siguen haciendo mucho mal a los socialistas.
Que Vox no ha conseguido los 20 escaños que esperaba y encima, el PP no los necesita para gobernar, situación que ha alegrado a muchos dentro y fuera de España. Su cabeza de lista Macarena Olona se queda en Andalucía para hacer mucho ruido en el Parlamento Andaluz, que va a tener demasiada vidilla.
Los dos partidos salidos de Podemos se han pegado un batacazo, incluso en el feudo de Sánchez Gordillo han perdido y además están divididos. ¿Es un aviso para Yolanda Díaz?... Y finalmente que Ciudadanos ha pasado de estar en el gobierno a quedarse sin representación parlamentaria, pese a que su papel en el ejecutivo andaluz ha sido bueno. Juan Marín es un buen político al que la ciudadanía ha castigado. ¿Sabrá aprovecharlo el presidente de la Junta de Andalucía con un cargo institucional?
Con el panorama que han dejado los comicios andaluces, Pedro Sánchez como secretario general del PSOE y como presidente del gobierno de España debe reflexionar en profundidad sobre lo que está ocurriendo, que es grave. Su desgaste por su gobierno de coalición con Podemos es evidente, además hay que sumarle los socios parlamentarios: ERC, Bildu y las prebendas concedidas a estos partidos - incluido el PNV- que no han pasado desapercibidas. Era de esperar que le pasaran factura. A todo esto, añadir que el equipo que tiene más cercano: Oscar López, Francesc Vallés, entre otros, está siendo un verdadero desastre profesional. Además a estos dos les falta empatía y les sobra prepotencia. Dos elementos muy importantes para los trabajos que desarrollan y que en nada beneficia a su “jefe”.
El cambio de ciclo es evidente en Andalucía, pero el PP no debe hacerse ilusiones en que puede gobernar España en las próximas elecciones generales porque en política las cosas pueden cambiar de un día para otro, y aún queda mucho tiempo para que se celebren. En cualquier momento, el viento puede cambiar de dirección. Decía el intelectual Eduardo Galeano que “el poder, es como un violín: Se toma con la izquierda y se toca con la derecha”.
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