Suben los datos de la criminalidad en el Baix Llobregat
Sant Feliu de Llobregat (23.5%) y Sant Andreu de la Barca (23%) encabezan como municipios donde más ha subido la criminalidad
El Informe de Criminalidad del Primer Trimestre de 2023 del Ministerio del Interior presenta el análisis de la actividad delictiva en España durante los tres meses iniciales del año. Los datos han sido recopilados por las distintas entidades encargadas de la seguridad, como la Policía Nacional y la Guardia Civil, así como los cuerpos policiales autonómicos como la Ertzaintza, los Mossos d'Esquadra y la Policía Foral de Navarra. Además, se incluyen cifras proporcionadas por las fuerzas de policía local que colaboran con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Según el Informe del Ministerio, la criminalidad ha aumentado en la provincia de Barcelona un 13,1% respecto al año anterior. En cuanto a los municipios donde más ha crecido este porcentaje hay Sant Feliu de Llobregat, con un incremento del 23.5% respecto al 2022, seguido de Sant Andreu de la Barca, con unos datos de variación anual del 23%.
Entre los años 2020 y 2021, se experimentó un notable declive en las estadísticas de delincuencia en España, debido en gran parte a las circunstancias derivadas de la pandemia de COVID-19. No obstante, en el transcurso del año 2022, se observaron cifras semejantes a las de años anteriores, revirtiendo la tendencia descendente de los años precedentes.
En cambio, destacan Viladecans y Gavà como los dos municipios del Baix Llobregat en los que han disminuido los delitos entre los datos del año 2022 y los del 2023. Viladecans ha registrado un descenso del 11.3%, mientras que Gavà lo ha hecho un 16.6%.
Así mismo, destacan también el alto incremento registrado en El Prat de Llobregat (16.5%), Molins de Rei (14.7%) y Cornellà de Llobregat (11.9%). También incrementa, aunque de forma menos acentuada, la criminalidad en Castelldefels (2.7%), Sant Boi (2.6%), Esplugues (2.3%), Sant Joan Despí (2.1%) y Sant Vicenç dels Horts (1.1%).
A nivel nacional, durante el primer trimestre de 2023, se ha registrado un total de 588,785 infracciones penales. Dentro de este conjunto, 480,906 casos (equivalentes al 81.7% del total) corresponden a la categoría de criminalidad convencional, que abarca todas las formas de delitos no relacionados con el ámbito cibernético. Esta categoría presenta un aumento del 5.8% con respecto a los datos de 2022.
Por otro lado, la cibercriminalidad, que engloba 107,879 infracciones penales (equivalentes al 18.3% del total), ha experimentado un incremento notable del 13.8% en comparación con el año anterior. Es importante mencionar que estos resultados incorporan información recopilada por todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en el Bloque II de la Cibercriminalidad, así como los datos de las Policías autonómicas.
En resumen, durante el periodo de enero a marzo de 2023, en contraste con el mismo intervalo en 2022, se ha observado un aumento del 7.2% en la totalidad de la criminalidad reportada y registrada por las autoridades policiales en España.
Estos datos llegan en un momento en el cual las administraciones locales han pedido a la Generalitat más recursos. La discrepancia entre los municipios y la Generalitat debido a la insuficiencia de agentes de policía ha sido una problemática constante en los últimos meses. Este conflicto se intensificó a medida que se aproximaban las elecciones municipales del pasado 28 de mayo.
Además, según el reciente informe de victimización del Institut Metròpoli, se observa una correlación entre las áreas urbanas de mayor riesgo y su proximidad a centros comerciales, espacios de entretenimiento y estaciones de transporte público con una afluencia significativa de pasajeros. En localidades como L'Hospitalet y El Prat, el aumento en los índices de criminalidad está en gran parte atribuido a un incremento en los casos de hurtos. Aunque este no es el único aspecto que muestra crecimiento, destaca como el más notable en términos absolutos.
Adicionalmente, en relación con la expansión y la adopción de internet en España, en particular la proliferación de las modalidades de comercio y compras en línea que se ha evidenciado durante varios años, con un aumento notable desde 2016, se ha observado un incremento en las formas de actividad delictiva englobadas bajo el término "cibercriminalidad". En este contexto, ha surgido de manera significativa un notable aumento en los casos de estafas perpetradas a través de medios informáticos.
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