A partir del 11 de marzo la AMB reducirá la presión de agua en Begues, Cervelló, Corbera de Llobregat, La Palma de Cervelló, Sant Just Desvern y Sant Vicenç dels Horts

La sequía se sigue agravando en Catalunya, y en especial en la zona de Barcelona. La sequía que afecta al territorio metropolitano ha llevado a la Agencia Catalana del Agua (ACA) a declarar el estado de emergencia, y como respuesta, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) sigue ampliando sus acciones para abordar esta situación crítica.

El foco principal de los esfuerzos está en actuar sobre la demanda, y en las próximas semanas, el AMB enviará una carta a unos 24.000 abonados domésticos con un consumo de agua superior a 200 litros por habitante y día, aproximadamente el 1,5% del total de abonados en el área metropolitana. En esta carta, se les instará a aumentar los esfuerzos por reducir el consumo de agua y ajustarse a la media actual de la región.

El AMB está finalizando otra de las medidas anunciadas hace algunas semanas: la reducción de la presión en el suministro a los municipios con la mayor dotación. A partir del 11 de marzo, la presión de la red se empezará a reducir en los municipios de Begues, Cervelló, Corbera de Llobregat, La Palma de Cervelló, Sant Just Desvern y Sant Vicenç dels Horts.

Estas medidas han sido acordadas con los ayuntamientos afectados y las compañías suministradoras de agua, siguiendo el Plan Metropolitano de Contingencia Operacional en tiempo de sequía aprobado por el AMB. El objetivo es reducir al máximo la dotación para alargar los recursos en la medida de lo posible en caso de que la situación no mejore a medio plazo.

De forma general, la presión de la red de agua está ya ajustada a los límites más bajos que permite el Reglamento del Servicio Metropolitano del Ciclo Integral del Agua. La inminente reducción de presión por debajo de estos valores límite podría tener algún impacto en el servicio, especialmente si el consumo aumenta respecto al actual. Con un consumo reducido, similar al actual, las afectaciones serán mínimas y no significativas.

En caso de mantenerse la situación actual de sequía, se prevé extender gradualmente las medidas de reducción de presión a otros municipios, priorizando aquéllos con dotaciones más elevadas. La evolución de los próximos meses determinará a los municipios afectados.

Pese a la implementación de estas medidas, cabe destacar que todos los ayuntamientos han tomado todas las medidas a su disposición para mitigar los efectos de la sequía. Esto incluye la reducción de los usos y consumos municipales, la utilización de agua freática cuando sea posible, el uso de agua regenerada, la información continuada a la ciudadanía sobre las medidas de ahorro, así como la ejecución y planificación de obras para mejorar la red de distribución de agua, algunas de las cuales podrían ser subvencionadas por la Agencia Catalana del Agua una vez resuelva la convocatoria.

EL AGUA REGENERADA REPRESENTA EL 25% QUE USAN LOS AYUNTAMIENTOS

En medio de la sequía más prolongada y severa registrada en el territorio metropolitano, el AMB ha implementado durante muchos meses una serie de medidas destinadas a aumentar la disponibilidad de recursos hídricos. La pieza central de esta estrategia es la producción de agua regenerada, ejecutada principalmente en la estación de regeneración de aguas del Baix Llobregat, además de diversas instalaciones de menor escala.

En la actualidad, el 25% del agua consumida por los 3,3 millones de habitantes del área metropolitana de Barcelona procede de la regeneración. En combinación con el 33% procedente de la desalinización, esto significa que un 58% del agua consumida deriva de fuentes alternativas, independientemente de los embalses o condiciones meteorológicas.

A través de estas estrategias, se ha logrado retrasar el estado de emergencia y evitar la implementación de medidas más severas, como las restricciones de suministro a gran escala.