El Prat aprueba la cesión gratuita de energía fotovoltaica de los edificios municipales a la ciudadanía

El Prat ha dado un nuevo impulso a otro de los ejes vertebradores de su modelo de ciudad: la estrategia para avanzar hacia la autogeneración y el autoconsumo energético, recogida en la Declaración de Emergencia Climática aprobada el 2020. Lo ha hecho con la aprobación por parte del Pleno de la cesión gratuita de los excedentes energéticos generados por las instalaciones fotovoltaicas de ocho edificios municipales en la Comunidad Ciudadana de Energía.

A pesar de que la ciudad ya dispone de 19 equipaciones con este sistema para producir electricidad a partir de la energía solar, serán los edificios que tienen un consumo más variable a causa de sus horarios de funcionamiento – las escuelas Charles Darwin, San Jaime, Josep Tarradellas, Jaume Balmes, Bernat Metge y Ramon Llull y los centros cívicos Remolar y Ribera Baixa – los que compartirán la que no utilicen con la ciudadanía. El valor medio anual de esta energía cedida se estima en unos 19.000 euros.

Esto es posible porque estas instalaciones fotovoltaicas han sido legalizadas en la modalidad de autoconsumo colectivo, que permite que la energía que produce un edificio y no llega a consumir sea compartida con los edificios próximos y, en caso de que sobre, sea abocada en la red eléctrica a través de Energía del Prat.

Energía del Prat es la comunidad ciudadana de energía, impulsada por el Ayuntamiento el 2023 e integrada por el consistorio, la Asociación de Usuarios y entidades y empresas locales. Hoy, gracias a las instalaciones fotovoltaicas a las equipaciones municipales, además de las de las iglesias de Sant Pere y Santo Pablo y de la Merced, y de la del cenador del Parque de la Barceloneta, la ciudad ya tiene capacidad para generar 1.225 kWh.

Antes de llegar a la aprobación por el Pleno de esta cesión, el Ayuntamiento ha tenido que hacer frente a diferentes obstáculos para hacer realidad la consecución de un modelo energético justo, democrático y renovable. Entre ellos, las trabas que las grandes distribuidoras han puesto en la tramitación de las instalaciones. Unas prácticas dilatorias que comportaron la apertura de un expediente sancionador en Endesa por parte de la Generalitat.

De hecho, las últimas instalaciones fotovoltaicas se finalizaron ya el diciembre de 2022. El Ayuntamiento contó con el apoyo del Instituto para la Diversificación y lo Ahorro de Energía de España, que le otorgó, en respuesta a la solicitud que había presentado, una ayuda de más de medio millón de euros provenientes del programa europeo FEDER de Crecimiento sostenible.