Jaume Mas (CN Molins): "Económicamente nos estamos intentando recuperar como podemos"
El Club Natació Molins de Rei ha celebrado recientemente su 50 aniversario desde su fundación en un momento crítico a nivel económico por la situación coyuntural de crisis que vive el mundo entero.
Hablar de deporte en Molins de Rei significa hablar de su Club de Natación, que desde 1971 representa al deporte acuático y lleva el nombre de la localidad del Baix Llobregat por toda España. El club nació a principios de los setenta fruto de la reivindicación de los vecinos de la localidad molinense, que reclamaban una piscina municipal para el municipio. Nadie podía pensar seguramente que, lo que debía ser una piscina municipal para desarrollar actividades lúdicas durante una época del año muy determinada, acabaría siendo uno de los clubes más importantes del deporte acuático catalán, y que llegaría, además, a celebrar un cincuenta aniversario.
Ahora, bajo la presidencia de Jaume Mas, en el cargo desde el 2012, la entidad vive un momento crítico por la crisis sanitaria del COVID-19 y la crisis energética, que está intentando revertir con el apoyo del Ayuntamiento de Molins de Rei. La entidad no pasa por su mejor momento a nivel económico, pero pocos clubes pueden decir a nivel deportivo que sus equipos femeninos y masculinos de waterpolo están en Primer División, como sí puede hacerlo el Club Natació Molins de Rei.
Recientemente el Club Natació Molins de Rei ha celebrado los actos de su 50 aniversario, ¿cuál es el estado actual del club?
El estado actual del club es como el de la mayoría de clubes que gestionamos instalaciones de este tipo. Es delicada. Económicamente es delicada, porque nos estamos recuperando aún de todo lo que perdimos con la pandemia, pero muy lentamente. Preveíamos que esto en dos años estaría normalizado pero no va ser así, ni probablemente en cuatro. En cuanto a la parte deportiva estamos bien. Tenemos los dos equipos absolutos en Primera División y las categorías desde benjamín hasta juvenil están llenas de jugadores. Por lo tanto deportivamente estamos bien, mientras que económicamente nos estamos intentando recuperar como podemos, porque salimos de una pandemia y nos metemos de lleno en una crisis de consumos. Una cosa liga la otra y no hay forma de salirse.
"Deportivamente estamos bien, mientras que económicamente nos estamos intentando recuperar como podemos, porque salimos de una pandemia y nos metemos de lleno en una crisis de consumos"
¿Tienen previsto recuperar pronto la fortaleza económica del club?
Ahora mismo no. En 2020 el Club tenía previsto hacer una ampliación de las instalaciones para mejorar todo lo que era el espacio de gimnasio e incluso la piscina. A partir de la pandemia esto se ha ido al traste. Lo íbamos a hacer compartido con el Ayuntamiento al 50%. El Ayuntamiento sigue teniendo el proyecto a medio-largo plazo, pero nosotros en este momento no podemos afrontarlo ni pensarlo. Por lo tanto, económicamente vamos mal, aunque sí que hay que decir que el contrato con el Ayuntamiento obliga a este a cubrir el déficit cuando la culpa de este déficit no se debe a la administración que nosotros hayamos hecho del club, sino que es algo estructural. Por ello de momento en lo económico estamos a cero, porque lo están cumpliendo, y gracias al Ayuntamiento que aporta una parte bastante importante para cubrir el déficit. Sino estaríamos muy tocados.
¿Hay alguna fecha límite para poder retomar el plan de ampliación de instalaciones que comentaba?
No. No dependemos de nosotros ahora mismo. Dependemos de como nos vayamos saliendo de esta crisis. La otra dependerá del Ayuntamiento para la voluntad que ellos tengan para tirar adelante esta zona de la parte deportiva del pueblo.
¿Cómo diría que ha cambiado la entidad desde su fundación hasta la actualidad?
Mucho. Ha cambiado mucho. El club nació como puramente club deportivo. Gestionábamos esta instalación meramente como un club deportivo, porque esto era una piscina de verano y poco más. En invierno nuestros nadadores tenían que ir a Martorell o Barcelona a entrenar porque aquí no se podía. El club ha ido cambiando desde eso hasta lo que tenemos ahora con el gimnasio, la piscina con la cubierta retráctil, etc. El club ha tenido varias etapas. Una primera etapa que es la fundación. Una segunda que nos dio impulso fue cuando la junta de aquellos tiempos decidió poner un globo persostático que nos permitió ya hacer cursillos para toda la temporada de invierno.
Con aquello se consiguió que el Ayuntamiento pagara un 75% de los cursillos de los escolares, lo que fue un gran paso porque esto nos aseguró ya unas entradas fijas y una gran ventaja porque prácticamente el 100% de los niños de Molins de Rei saben nadar.
"Ahora necesitaríamos crecer pero deberíamos estar empezando ya la primera fase de las obras y no lo hemos podido hacer"
La tercera etapa se inició en el 1986, cuando hicimos una primera ampliación importante de las instalaciones, hasta que llegamos al 2002 cuando el Club dio un salto bastante importante con la instalación de la cubierta retráctil. A partir de entonces el club creció y dimos un gran salto que nos llevó a ampliar el gimnasio y hacer muchas más actividades. Ahora necesitaríamos crecer pero deberíamos estar empezando ya la primera fase de las obras y no lo hemos podido hacer.
¿Qué significa para usted ser presidente del Club Natació Molins?
Soy una persona que no viene de las disciplinas del agua. El deporte que había practicado durante mi juventud era el baloncesto. Cuando dejé el deporte, hasta el año 95/96 no entré en el club, porque fue el presidente de entonces el que me vino a buscar tras dejar yo de ser regidor del Ayuntamiento para hacer una junta fuerte. Estuve diez años en la junta y más tarde pasé a ser gerente del Club durante seis años. Ahora llevo ya casi 11 años como presidente. Ha sido una evolución porque no vengo de este campo pero me he ido involucrando poco a poco hasta llegar a donde estamos ahora.
¿Cuáles fueron sus principales ejes de su mandato?
Nosotros entramos en el 2012 con una crisis que arrastrábamos de años anteriores. Nos dedicamos a solventar esa crisis y tapar los agujeros que teníamos. El Ayuntamiento entonces nos presionó mucho porque no podía ser que el déficit creciera. Pasamos cinco o seis años tapando todo esto antes de llegar a cero, sin pérdidas ni beneficios. En 2018 ya nos vimos con la capacidad para ampliar y nos pusimos a negociar con el Ayuntamiento y bancos porque nosotros no teníamos disponible la cantidad suficiente. Te endeudas en contra de los beneficios posibles de los próximos años. Ahora en este momento estamos parados. Ahora mismo estamos en un momento en el que decimos que el déficit que estamos arrastrando un año tras otro que ha cubierto el Ayuntamiento, tenemos que llegar a cero de una manera u otra. Perdimos 40% de socios durante la pandemia. De este 40% a lo mejor hemos recuperado un 22%, por lo que aún nos queda un 18%. Además el sector de la gente mayor no lo vamos a recuperar nunca más, porque una vez ha perdido el hábito difícilmente lo vuelve a coger.
"Perdimos 40% de socios durante la pandemia. De este 40% a lo mejor hemos recuperado un 22%, por lo que aún nos queda un 18%. Además el sector de la gente mayor no lo vamos a recuperar nunca más"
¿Qué valoración haría de su presidencia en el club?
Entramos con una crisis, la remontamos y ahora volvemos a estar en otra crisis. Ahora la voluntad es llegar a acuerdos con el Ayuntamiento. Otro problema que tenemos delante es que acabamos el contrato de aquí cinco años. Una vez pasadas las elecciones hay que poner sobre la mesa el contrato de los 25 próximos años. A partir de eso nosotros podemos responder de ciertas cosas con seguridad. Podemos responder a créditos para hacer frente a la ampliación, pero mientras no tengamos la seguridad de un contrato a largo plazo, difícilmente la banca nos dará ningún crédito. Por lo tanto, nos interesa mucho clarificar con el Ayuntamiento como vamos de cara a este nuevo contrato y si están de acuerdo con nosotros. Yo creo que sí, porque las relaciones con el Ayuntamiento ahora mismo son muy buenas.
¿Es difícil para usted tomar decisiones como presidente del Club Natació Molins, sabiendo que pueden tener un impacto muy grande en la entidad?
Yo no tomo decisiones así como así, sino que las tomamos toda la junta. En estos diez años, que yo recuerde, nunca hemos llegado a votar una decisión, sino que siempre ha sido por unanimidad y porque hemos estado de acuerdo todos. Nunca hemos llegado a decir ‘esto se vota porque no estamos de acuerdo’. Las juntas han sido buenas. Las decisiones a veces son difíciles, pero a veces son más de carácter personal que no institucional. Nuestro problema sería si tuviéramos unas malas relaciones con el Ayuntamiento. Cuando entré sí que no había buena relación. Costó, pero las rehicimos y ahora hay una confianza total.
"Nuestro problema sería si tuviéramos unas malas relaciones con el Ayuntamiento. Cuando entré sí que no había buena relación. Costó, pero las rehicimos y ahora hay una confianza total"
Hablaba anteriormente usted de la situación de la pandemia, ¿cómo afectó especialmente al Club Natació Molins?
Nos afectó mucho. Estuvimos más de dos meses con la instalación cerrada, lo que significa muchas bajas de socios, aunque el Ayuntamiento cubrió las cuotas de los socios durante esos meses. De todas formas, después como había las limitaciones de que teníamos que controlar las personas que entraban. En ese período hubo un 40% de bajas de socios lo que quiere decir que dejamos de ingresar miles de euros. Después nos movimos mucho para pedir muchas subvenciones. Por suerte lo gestionamos bien y las conseguimos. Sí que tengo que dar las gracias a los padres de los deportistas de la base, que fueron los únicos que pagaron toda la cuota viniendo o no a entrenar. Se mantuvieron fieles al club, lo que es de agradecer.
¿Cómo se ha recuperado la entidad, tanto social como económicamente hablando?
Económicamente es difícil y lento recuperarse. Socialmente nos estamos recuperando, pero económicamente cuesta mucho porque donde pagabas 1.000 euros ahora pagas 5.000 en gas y luz. Esto nos castiga mucho. En este momento si no fuera por el incremento de precios de la energía estaríamos en un déficit del cincuenta por ciento menos del que tenemos. Actualmente, para llegar a una situación óptima nos harían falta unos 400 socios más.
¿Pone en riesgo el incremento de precios de la energía la supervivencia de la entidad a corto plazo?
De momento no porque tenemos ese apoyo del Ayuntamiento. Sí que hay clubes que sufren mucho. Hubo hace poco otro equipo que juega en Primera División que vino a entrenar a nuestras instalaciones porque a ellos les habían cortado el gas. Pero tampoco son los únicos que están en esta situación. Hay clubes que prácticamente han tenido que entregar las llaves de las instalaciones al Ayuntamiento porque no podían soportarlo. Es un problema muy grave. Si tenemos que actualizar las cuotas para cubrir ese gasto, será un disparate lo que tendríamos que cobrar. Lo que ganaríamos por una parte, lo perderíamos por la otra por la cantidad de socios. Encontrar una solución es muy difícil.
¿Os habéis planteado algún plan de contingencia?
Sí. Estamos en contacto con el Ayuntamiento cada mes para comunicarle lo que estamos haciendo. El Ayuntamiento, evidentemente por la ayuda que tenemos, nos ha puesto una serie de condiciones para reducir el máximo de gastos. Lo estamos haciendo y desde hace dos años ya tenemos la plantilla congelada. En otras cosas, no sólo con la plantilla, vamos al mínimo. Estamos haciendo una pequeña remodelación gracias a las subvenciones del Ayuntamiento, no porque nosotros tengamos el dinero que podamos hacer. La actuación más importante que hemos hecho de cara al ahorro de energía ha sido instalar 207 placas solares que están ya funcionando. No sabemos aún el rendimiento que nos pueden dar porque no ha llegado aún la factura.
¿Se ha planteado cerrar o no calentar la piscina durante unas horas para ahorrar energía?
No, no nos lo hemos planteado. Podemos trasladar, y lo hacemos a veces, los entrenos de los primeros equipos, pero no podemos trasladar los niños que vienen a la escuela acuática, porque significa trasladar a todas las familias a otros centros que están igual que nosotros. Es impensable.
"Estamos muy orgullosos de poder decir que somos un club que tenemos dos vertientes que son la parte deportiva, que es la razón de ser del club, y otra que es más importante que es la social, dar servicio a todo el pueblo"
En una entidad que es de los socios, ¿cómo se mantiene el equilibrio entre los equipos de élite y el prestar un servicio al socio?
El equilibrio nosotros lo mantenemos perfectamente porque dedicamos nuestra mayor parte de gasto al socio y la entidad social. Estamos muy orgullosos de poder decir que somos un club que tenemos dos vertientes que son la parte deportiva, que es la razón de ser del club, y otra que es más importante que es la social, dar servicio a todo el pueblo. Intentamos aunarlo. El deporte en el club es el gasto mínimo comparado con lo que gastamos en la parte social. Además hay que tener en cuenta que si esta instalación cerrase, Molins de Rei se quedaría sin un gimnasio importante y evidentemente sin deportes de agua. En 2019 por el centro pasaban entre 900 y 1.000 personas diarias, lo que habla de la importancia de los socios.
¿Cómo de importante es fomentar la base para que puedan llegar al primer equipo en el futuro?
Tenemos la gran suerte que los niños de seis o siete años de las escuelas pasan todos por aquí, lo que no sirve para ojearlos un poco. Damos becas a los niños y niñas que consideramos que pueden ser interesantes para que entren en la escuela acuática. A partir de ahí, hay niños que después tiran hacia la natación, waterpolo o natación artística. Es a partir de la escuela cuando se forman los equipos. De benjamín hasta juvenil tenemos los equipos completos, tanto de chicas como de chicos. Hasta hace siete u ocho años teníamos problemas con los equipos de las chicas, pero ahora podemos decir que tenemos equipos femeninos en todas las categorías. No vamos sobrados de chicas, que a veces son más reacias y a ciertas edades desaparecen del deporte.
Cuando entré a la presidencia, hicimos desaparecer el equipo femenino, porque únicamente teníamos un equipo femenino y absoluto. Debido al contexto de crisis decidimos eliminarlo para ahorrar el dinero y empezar desde cero con un equipo benjamín e ir captando niñas. Aquellas niñas que captamos entonces ya hay algunas que están jugando en el primer equipo. La política es ir subiendo gente hasta el primer equipo. Somos conscientes que, una vez se llega al primer equipo, no tenemos lo suficiente para hacer un gran papel y entonces sí que vamos a buscar a gente de fuera. En el primer equipo a veces, cuando destacan, vienen otros equipos de División de Honor y se llevan a nuestros jugadores.
"Somos un equipo que trabaja para dar servicio. Nuestro asociado es una persona que viene aquí a hacer deportes"
¿Cómo intentan mejorar la implementación del Club en Molins de Rei y sus vecinos?
Lo importante para los ciudadanos es el servicio que les podemos dar. Somos un equipo que trabaja para dar servicio. Nuestro asociado es una persona que viene aquí a hacer deportes. La estrategia es ir haciendo campañas de captación de socios. Hacemos unas dos o tres campañas cada año para captarlos. La otra estrategia es transmitir que damos un servicio que sea bueno y que no sea criticable. Lo que notamos ahora mismo es que estamos captando mucha gente joven, que es muy bienvenida. A veces se nos colapsa la instalación en determinadas horas porque viene para usar la instalación durante muchas más horas, y en cambio la gente mayor no lo hacía tanto. Alguna hora por la tarde nos queda un poco apretada.
¿A qué retos se enfrenta el Club Natació Molins a corto, medio y largo plazo?
A corto plazo el reto es salir de esta crisis y a medio plazo es buscar un nuevo contrato de la instalación que pueda ir ligado a una ampliación que nos hace falta. A largo plazo ya no me lo planteo, me quedo con el medio plazo. Ahora he empezado mi tercer mandato, que no sé si lo acabaré porque ya tengo una edad. A lo mejor es momento de dar paso a los más jóvenes. Mi horizonte ahora mismo está a medio plazo. A largo plazo sería poder hacer las obras y que todo tirase hacia delante y mantener los equipos en Primera División como mínimo. Pero, como digo, a largo plazo ya no me planteo gran cosa ya, porque esto le tocará a las futuras juntas. Cuando hablo de medio plazo me refiero a seis o siete años vista.
"Pienso que la gente joven puede tener ya mejores ideas que las que puedo tener yo y más voluntad de tirarlas hacia delante"
¿No se plantea presentarse a la reelección?
No. Llevo ya diez años aquí. Me quedarían cuatro más de mandato, que no sé si los haré porque ya tengo 76 años y ya me toca a lo mejor dejarlo un poco al margen. Pienso que la gente joven puede tener ya mejores ideas que las que puedo tener yo y más voluntad de tirarlas hacia delante.
¿Hacia dónde se dirige la entidad?
La entidad como tal no puedo decir que se vaya a consolidar porque ya lo estamos, pero sí que asegurarse, a lo mejor es ya una obsesión, el contrato que significa 25 años más. Sería lo más importante para seguir creciendo.
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