Gavà inaugura el nuevo espacio de duelo gestacional y perinatal

Coincidiendo con la conmemoración, hace pocos días del Día Internacional del duelo gestacional, perinatal y neonatal, este sábado se inauguró el espacio de duelo gestacional y perinatal en el cementerio de Gavà, un espacio habilitado junto al acceso de la avenida Juan Carlos I, entre el muro de cierre y 3 grandes cipreses. Según precisó la alcaldesa Gemma Badia, “quiere convertirse en un espacio simbólico y lo suficientemente bonito que dé respuesta a las madres y a las familias que han sufrido esta dura pérdida puedan acudir para ayudar a pasar el proceso de duelo y convertirse en un punto de reflexión y silencio”.

El acto contó con la participación de la Asociación LactaMater de apoyo, acompañamiento, formación e información a familias, que leyó un manifiesto denunciando que “la muerte de un hijo durante la gestación al parto y al poco de nacer sigue siendo un tema tabú” lo que supone que “la gestión emocional del hijo sea difícil”. El texto reclama “el derecho a vivir el duelo en paz, a recibir los cuidados físicos y psicológicos pertinentes ya disponer del cuerpo del hijo o hija para hacer un ritual de despedida y regístrate en el libro de familia”.

El manifiesto reclama “el derecho de las madres a ser informadas para tomar las decisiones oportunas cuando se produce la subida de la leche más allá de la inhibición farmacológica” También quieren que “se reconozca el permiso de paternidad ante una muerte gestacional por poder elaborar su duelo y que, en casos de interrupción legal del embarazo, las madres no sean expulsadas del sistema bajo el amparo de la objeción de conciencia de los propios médicos, ya que esto provoca estigma social o dificulta aún más el proceso de luto de las familias”. 

Finalmente, se expresa "la necesidad de que se reconozcan las maternidades y paternidades de los 'brazos vacíos' de quienes han vivido esta tragedia como una forma de validar la existencia de este hijo o hija".

El acto, que se inició guardando un minuto de silencio, contó con la colaboración de la escuela de danza Leonor Vives, que interpretó una coreografía, y del Centro Ocupacional Caviga que montó una mesa desde donde repartieron golondrinas hechas con cartulinas de colores que, quien quiso, pudo coger y colgar en la pared del espacio, un muro con hierbas trepadoras donde justamente las golondrinas de metal se convierten en protagonistas, porque son las figuras que las familias que sufran la pérdida pueden adquirir y colocar a modo de recuerdo y homenaje.

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