Un 8 de Marzo triste, dividido, marcado por la incompetencia

Una jornada antes del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, como era previsible, la admisión a trámite de la reforma de la Ley "sólo si es sí", ha sido aprobada por 231 votos a favor, 58 abstenciones y 56 votos en contra. Con los votos afirmativos de los diputados del PSOE, PP, Ciudadanos, PNV, Coalición Canaria, el PDeCAT, PRC y los exdiputados de UPN. Mientras que Vox y Compromís se han abstenido. Por el contrario, Unidas Podemos - forma parte del gobierno- incluida la vicepresidenta Yolanda Díaz, a la que Belarra y Montero habían puesto en el disparadero de que se definiera, y el resto del bloque de investidura, ERC y Bildu han votado en contra, igual que Unidas Podemos en pleno. Una votación que ha puesto de manifiesto la ruptura del Gobierno y la actitud de los diputados de ERC y Bildu que han dejado claro que lo que está sucediendo con las rebajas de penas a los violadores les importa tres pepinos, que los privilegios que pedían a cambio del voto afirmativo no se los han dado y que han dejado en un mal lugar al mismísimo presidente del Gobierno, que les ha concedido tantas de sus peticiones con un coste electoral que le puede pasar factura. Aún se atreven a decir, los tres: Podemos, ERC y Bildu, que el PSOE se ha alineado con la derecha. ¿Y ERC y Podemos con quien están haciendo frente? Que la derecha apoye una ley que perjudica a un colectivo, es normal que le de soporte como ocurre en cualquier país democrático del mundo. Lo que no es normal es que partidos que se dicen de izquierdas sigan permitiendo que los degenerados que han violado o abusado sexualmente de mujeres y niñas vean rebajadas sus penas. ¿Alguien lo entiende?

Lo que debería suceder, que no será así, es que Podemos se marche del Gobierno. Pero no lo hará: los sueldos, los coches oficiales y los privilegios han calado muy hondo en los que venían a regenerar la política española. Si tuvieran la más mínima ética se marcharían del Gobierno. Pedro Sánchez no los va a echar, que es lo que quieren ellos para hacerse las víctimas y conseguir mantener los votos.

Con este panorama y los anteriores se lleva varios años en los que la cohesión del feminismo ha saltado por los aires, la unidad se ha dividido, cosa que no había ocurrido nunca. Resulta que las muchachas de “Desunidas Podemos” han inventado el feminismo, están para salvarlo y erigirse en la punta de lanza cuando resulta que son ellas las responsables de lo que está ocurriendo en el movimiento. Está claro que Belarra y Montero, puesta a dedo por el macho alfa Pablo Iglesias, son las inventoras de todo, incluida la pólvora. Dos mujeres manejadas por un hombre, es decir, dos marionetas en manos de un fracasado - que dijo que dejaba la política y ahí está, azuzando y manipulando a las mujeres de su finca particular-. ¿Estas dos incompetentes dan lecciones de feminismo? Pues la verdad es que lo intentan. Ni tienen talla, ni han luchado por los derechos de la mujer, ni se las quiere ¿Hay alguna similitud entre Montero y Belarra con Clara Campoamor, Federica Montseny, Concepción Arenal, Rosa Luxemburgo. entre otras muchas más?, En el blanco de los ojos. Porque aquellas mujeres fueron ellas mismas sin tener detrás a ningún hombre, es más, a pesar de los hombres que tenían detrás consiguieron sus objetivos. Belarra y Montero son dos incompetentes que piensan que la política es un juego y ellas las protagonistas del mismo.

Que un partido como Unidas Podemos forme parte del Gobierno es un chiste de mal gusto si no fuera porque el daño que están haciendo es irreparable. Los morados son Gobierno y a la vez oposición. Se cambian el gorro según convenga, ¿Son gorrones? Sí.

El 8 de marzo de este 2023 pasará a la historia porque algunos partidos llamados de izquierdas han priorizado sus privilegios y no los derechos de las mujeres que han sido  víctimas, que se sienten abandonadas y a las que hay que dar respuesta. En esta ocasión la parte socialista del gobierno ha rectificado ante el clamor en las calles. Por eso, esta jornada reivindicativa debe servir para clarificar el posicionamiento de los distintos colectivos feministas tan divididos y con planteamientos divergentes ¿Será posible?.”El feminismo es una forma de vivir individualmente y de luchar colectivamente", decía Simone de Beauvoir.