Que gobierne el partido más votado, claro que sí, en todo señor Feijóo

“Tenemos dos orejas y una sola boca, justamente para oír más y hablar menos”, decía el filosofo griego  Zenón de Citio. Una afirmación que no siempre es escuchada por las personas que se dedican a eso de la “noble” profesión   de la política. En demasiadas ocasiones se habla más de la cuenta, se escucha poco y se filtran informaciones interesadas que deberían pertenecer a la privacidad de los interlocutores.

Han transcurrido pocos días desde las votaciones del 23-J, con los resultados que todos conocen. Los números no cuadran para que el PP pueda gobernar, mientras que el PSOE, sumando a la izquierda, la extrema izquierda y demás, es posible que lo consiga con un alto coste que algunos piden para votarlo.

Durante la campaña electoral, muy dura por cierto, se llegaron a decir tantas cosas que ahora a los populares se le hace imposible pactar con alguien más que no sea VOX, aunque le siguen faltando votos. Eso sucede por la cantidad importante de estupideces que llegaron a decir sin darse cuenta que se estaban quedando sin posibles apoyos ¿Por qué lo hicieron? Por prepotencia: disponían en los últimos días de encuestas que le daban unos resultados muy altos. Se lo llegaron a creer y ahí estuvo el error del líder y de su grupo de asesores que se habían subido en una nube sin discernir que en esas situaciones los pies deben estar pisando tierra, y la euforia antes de tiempo es mala consejera. Es un grave error que se suele pagar muy caro.

En las elecciones municipales y autonómicas, con resultados para todos los gustos, los pactos no siempre se han ajustado a que gobierne el partido más votado. Los pactos del PP con Vox han hecho que eso no ocurriera, ejemplo de Extremadura, entre otros. Ahora el PP, a través de su líder y miembros de la ejecutiva y presidentes autonómicos, llama a “reflexionar” y que el PP debe asumir la responsabilidad de conformar un Gobierno porque es la primera fuerza política. Cuca Gamarra sale en tromba y apela a la “responsabilidad” del PSOE y de Pedro Sánchez para buscar que España sea gobernable. Una petición que ha caído en saco roto, Sánchez no quiere ni oír hablar del tema. Este lunes, Feijóo le enviaba una carta al líder socialista para hablar. La respuesta ha sido que después de que el Rey Felipe haya designado al  candidato, hasta entonces no se verán las caras. Por cierto, vaya papelón le han dejado al Rey, que debe decidir una vez haya escuchados a los partidos políticos y conocer quien tienen más apoyos, PP o PSOE.  Solo entonces tomará la decisión de señalar al candidato.

Mientras, las negociaciones siguen en todos los lados. Eso sí, sin filtraciones de momento, para que cuando llegue el día señalado suelten la bomba que algunos intuyen, y que nadie se atreve a decir. Las vacaciones para algunos van a ser un calvario, casi no disfrutarán de ellas, pensando en lo que les viene encima y la capacidad de la que disponen para salir del embrollo en el que están. Más de uno está mohíno, quizás pensando que quién le habrá mandando meterse en semejante lío, La política es así y las urnas en muchas ocasiones hacen una gran jugarreta que propicia extraños compañeros de viaje. Decía Churchill que "si comenzamos una discusión entre el pasado y el presente, descubriremos que hemos perdido el futuro".