Un fondo americano aumenta su participación en Celsa

La siderúrgica catalana Celsa ha experimentado un notable cambio en su estructura accionarial con la reciente ampliación de la participación del fondo estadounidense SVP, que ahora supera el 25% del capital de la empresa. Este ajuste forma parte de una serie de movimientos estratégicos que buscan optimizar la reestructuración de la compañía y preparar el terreno para la esperada entrada de un socio industrial.

Desde la reestructuración judicial del año pasado, los inversores han estado reordenando sus posiciones para consolidar su control sobre la empresa. Recientemente, SVP ha incrementado su participación significativamente, duplicando su anterior cuota del 12,5% para alcanzar un rango de entre el 25% y el 50%. Este cambio otorga al fondo estadounidense un rol más prominente en la gestión de Celsa.

Por su parte, el fondo Attestor también ha reforzado su influencia, controlando actualmente el 46,1% de las acciones de la siderúrgica. Con ambos fondos combinando sus fuerzas, ahora poseen alrededor del 71% del capital de Celsa, consolidando su posición como principales accionistas de la compañía.

El aumento de participación de SVP ha estado acompañado de una serie de movimientos estratégicos, incluyendo la gestión de una deuda inesperada en las filiales internacionales, con una inyección de capital de 414 millones de euros en la filial polaca y un dividendo adicional de 16 millones. Esta acción subraya el compromiso del fondo con la estabilidad financiera de Celsa en medio de su proceso de reestructuración.

Mientras tanto, la compañía sigue esperando la entrada de un socio industrial que se comprometió a tomar entre el 20% y el 25% del capital de la siderúrgica. La búsqueda de este inversor nacional, que se espera que se concrete en los próximos meses, es coordinada por la firma de inversión Houlihan Lokey. Los potenciales candidatos incluyen Sidenor, Megasa y Grupo Gallardo Balboa.

Además, la siderúrgica ha contratado a Citi para valorar las filiales internacionales en Polonia, Reino Unido y Noruega, en preparación para una posible venta de estas unidades. La entrada del nuevo socio industrial y la posible venta de activos internacionales serán clave para el futuro estratégico de Celsa.

La reestructuración actual marca un hito importante en la historia de Celsa, destacando el cambio en el control accionarial y preparando el terreno para nuevos desarrollos en el sector.

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