Paso de gigante en Sant Boi: Sant Joan de Déu usa psicodélicos para tratar trastornos mentales
La ciudad ha acogido la jornada El uso terapéutico de la psilocibina desde una perspectiva intercultural: investigación clínica contemporánea
La II Jornada de Diálogos entre Medicinas, celebrada en Sant Boi de Llobregat bajo el título El uso terapéutico de la psilocibina desde una perspectiva intercultural: investigación clínica contemporánea y medicina tradicional mazateca, ha puesto de relieve la necesidad de un enfoque genuinamente integrador en el ámbito de la salud mental.
Especialistas en medicina tradicional mazateca y en psiquiatría contemporánea coincidieron en que la combinación de ambas perspectivas es clave para el éxito terapéutico de la psilocibina, un compuesto psicodélico que se investiga actualmente para el tratamiento de la depresión y el trastorno por estrés postraumático (TEPT).
En el encuentro, celebrado en el auditorio del Parc Sanitari Sant Joan de Déu (SJD), se constató cómo la psiquiatría moderna, apoyada en los avances en el estudio de los psicodélicos, está convergiendo con conocimientos ancestrales que durante siglos han abordado la salud mental desde una visión holística. Esta integración no solo es posible, sino que puede representar el futuro de la atención en salud mental, al ofrecer modelos terapéuticos más completos que combinan neurociencia, espiritualidad, ritualidad y autoconocimiento.
Organizada por el Servicio de Atención en Salud Mental para la población Inmigrada (SATMI), la jornada abordó temas como la concepción mazateca de la enfermedad mental, el papel de la psilocibina en los rituales curativos tradicionales y la importancia del autoconocimiento en el proceso de sanación. También se trataron los mecanismos neurocientíficos de acción de esta sustancia, destacando modelos como el cerebro entrópico —que sugiere una cognición más flexible y menos rígida— y el papel del receptor 5-HT2A en la neuroplasticidad cerebral.
Hacia una psiquiatría integrativa y holística
La psiquiatría biológica ha logrado avances relevantes, como reducir el estigma asociado a las enfermedades mentales al considerarlas condiciones médicas, mejorar el manejo de síntomas y desarrollar tratamientos innovadores como la neuromodulación y el uso de ketamina. Sin embargo, también ha mostrado limitaciones: una excesiva dependencia de la medicación para aliviar síntomas a corto plazo sin atender las causas profundas, la falta de biomarcadores claros en muchos trastornos y la escasa consideración de los factores sociales, culturales, espirituales y psicológicos.
En contraste, la psiquiatría psicodélica, al igual que la medicina tradicional mazateca, aborda las causas subyacentes del sufrimiento psíquico, facilita experiencias transformadoras y promueve la neuroplasticidad, lo que permite cambios duraderos en patrones de pensamiento y comportamiento. Propone una visión de sanación que va más allá del desequilibrio bioquímico para centrarse en la experiencia vivencial y la integración psicoterapéutica.
Un modelo de psiquiatría integrativa ampliaría el enfoque clínico actual, reconociendo el impacto del trauma en la salud mental y utilizando terapias complementarias como la EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimiento Ocular), la terapia somática o el acompañamiento en experiencias psicodélicas. Esto daría lugar a una atención más personalizada y compasiva, donde el vínculo con la comunidad y los rituales tradicionales adquieren un papel central.
La investigación clínica con psilocibina
Los ensayos clínicos con psilocibina, impulsados por el Parc Sanitari Sant Joan de Déu, exploran su eficacia en casos de Depresión Resistente al Tratamiento (DRT). Los primeros resultados indican que estos tratamientos podrían marcar un cambio de paradigma. A diferencia de los fármacos convencionales, que suelen requerir una administración continuada para mantener la mejoría, la psilocibina podría propiciar un enfoque más curativo. La sustancia genera estados de conciencia ampliada, lo que facilita el trabajo psicoterapéutico y promueve la formación de nuevas conexiones neuronales. Esto permite a los pacientes afrontar traumas profundos y modificar patrones emocionales o conductuales de larga data.
Además, la combinación de los efectos psicofarmacológicos de la psilocibina con un acompañamiento psicoterapéutico individualizado ofrece un modelo integral y multidisciplinar, que se aleja de los enfoques puramente biológicos para adoptar una visión más comunitaria y humanista.
Claves para el uso terapéutico de la psilocibina
Durante la jornada se subrayó la importancia del acompañamiento, el entorno y la visión cultural en el proceso terapéutico. Tanto en los rituales mazatecos como en los ensayos clínicos contemporáneos, el rol del guía o terapeuta es fundamental. El contexto seguro y estructurado, junto con una adecuada preparación e integración de la experiencia, son elementos esenciales para lograr un beneficio terapéutico profundo y sostenido.
En definitiva, la integración de la medicina tradicional indígena y la psiquiatría moderna, junto con la investigación en psicodélicos como la psilocibina, abre nuevas posibilidades para el futuro de la salud mental. Esta visión integradora propone una psiquiatría más completa, que une ciencia y sabiduría ancestral para ofrecer respuestas más humanas y efectivas a los desafíos actuales.
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