Desarticulada una banda que robaba medicamentos en Viladecans para hacer droga
Aprovechaban su posición laboral, así como su familiaridad con los almacenes y sus áreas no visibles, para sustraer cajas completas del medicamento
Agentes de la Policía Nacional han llevado a cabo la detención de cinco empleados vinculados a una empresa distribuidora de medicamentos, acusados de sustraer benzodiacepinas para su posterior reventa ilegal. Los arrestos se llevaron a cabo en almacenes ubicados en Viladecans, Fuenlabrada (Madrid) y Dos Hermanas (Sevilla).
Los medicamentos robados, que contienen clonazepam y pertenecen al grupo de las benzodiacepinas, eran consumidos mezclados con hachís para potenciar el efecto hipnótico, creando así una droga conocida como "karkubi".
La investigación se inició tras la denuncia de un representante de la empresa distribuidora, quien alertó a las autoridades sobre discrepancias en el inventario de ciertos fármacos en los almacenes. Se destacaba especialmente un medicamento de prescripción médica que mostraba un desfase significativo. El representante sospechaba que los empleados de la compañía podrían estar involucrados en la sustracción.
El medicamento en cuestión es utilizado para la elaboración del "karkubi", una sustancia consumida junto con hachís, alcohol o pegamento, que conlleva riesgos graves para la salud, incluyendo alucinaciones y psicopatías. A pesar de que la obtención ilícita de este fármaco solía ocurrir a pequeña escala, con la implementación de controles más estrictos y la receta electrónica, los delincuentes recurren ahora directamente a proveedores y mayoristas.
La investigación policial reveló que los empleados de la empresa, destacando entre ellos los de las plataformas de distribución en Barcelona, Madrid y Sevilla, estaban sustrayendo los medicamentos para su posterior reventa a precios exorbitantes en el mercado ilegal.
Los detenidos se aprovechaban de su posición laboral, horarios y conocimiento detallado de los almacenes, incluyendo sus puntos ciegos, para sustraer cajas completas de benzodiacepinas. Cada caja contenía 192 unidades, sumando un total de 5,700 comprimidos.
En la operación, la policía arrestó a cinco empleados de la empresa como presuntos responsables de los robos, incautando además 430 euros en efectivo. La investigación confirmó que más de 7,000 unidades individuales (cajas) fueron sustraídas en las diferentes instalaciones de distribución, cifra que asciende a más de 400,000 comprimidos de medicamento.
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